Tienes que escuchar esta historia edificante y emotiva contada en el podcast All the Smoke de Showtime.
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Los Mavericks adquirieron al icónico y diminuto base Muggsy Bogues, cuando ya había pasado su mejor momento, en un intercambio entre tres equipos que involucró a los Lakers y los Rockets en el verano de 2001. Mark Cuban había sido dueño de los Mavs durante poco más de un año, y Bogues ni siquiera llegó a Dallas como parte del trato.
El intercambio cambió a jugadores de rol por estrellas veteranas que vivirían sus días en la NBA brindando más ayuda para ayudar a los jugadores jóvenes que para engullir estadísticas. Fue más administrativo que impactante en la cancha de baloncesto. Se realizan una docena o más de transacciones similares cada temporada de la NBA. En realidad, no fue gran cosa, salvo que Glen Rice volvió a ser titular con los Rockets, donde solo jugaría 20 partidos en la temporada 2001-02 debido a una lesión.
Pero en ese momento, la madre de Bogues, Elaine, estaba luchando contra el cáncer. Fallecería más tarde ese año. En su autobiografía, “Muggsy: My Life from a Kid in the Projects to the Godfather of Small Ball”, Bogues escribió:
“Ella fue la primera persona que me apoyó en la vida, que me amó, que me protegió de los bromistas, los deportistas y los imbéciles. Me ayudó en cada momento crucial de mi vida. Luego se fue. No tenía fuerzas para jugar al baloncesto”.
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“Moms estaba pasando por sus desafíos y, para mí, ella significaba todo”, recordó Bogues en el programa. “Ella significaba todo para mí y yo simplemente no quería salir a jugar más. Una vez que ella ya no era parte de esto, yo no quería ser parte de esto nunca más. … Sentí que ella vio mi último juego y que ya no era necesario que yo saliera a jugar”.
La emoción del momento fue cruda, incluso 21 años después del fallecimiento de Elaine.
Cuando Cuban, el dueño del equipo en el que Bogues no tenía ningún deseo de jugar, se enteró de que no se había iniciado ninguna reunión. No se presentó ningún papeleo para comprar las acciones de Bogues, para despedir al veterano base o para intentar venderlo en otro acuerdo. Bogues le dijo a SLAM Online en 2011 que hasta ese momento, nunca había conocido a Mark Cuban, pero le agradeció profundamente el gesto de 3,6 millones de dólares que Cuban le hizo.
Cuando un jugador de la NBA se retira, como lo hizo Bogues en 2001, el equipo con el que firmó no tiene obligación de pagarle más.
“Me quedaban tres años de contrato. Hubiera jugado 17 años [en la NBA en lugar de 14]”, dijo Bogues en All the Smoke. “Me pagaron por 17 y jugué 14. Estoy agradecido [a] Mark Cuban por permitirme salir de los registros y no permitirles que me excedieran con el impuesto de lujo, y él me pagó hasta 2004, así que realmente lo aprecio”.
Cuban le dio a Bogues 3,6 millones de dólares de su propio bolsillo para que no jugara durante los próximos tres años, para cumplir con un contrato que Bogues firmó con otro equipo. No pasó completamente desapercibido en su momento, y seguro, los Mavs también se beneficiaron económicamente de la operación cuando se realizó, pero es un buen recordatorio del tipo de propietario mayoritario que los Mavs están perdiendo cuando y si la NBA ratifica la venta de los Mavericks a Miriam Adelson y su gente en Las Vegas Sands.
Claro, Cuban es un hombre que habla mucho y tienes derecho a estar molesto por sus payasadas si te molestan. Pero una de sus mayores virtudes como propietario siempre ha sido que se mantiene íntimamente conectado tanto con el juego de baloncesto como con la comunidad de Dallas. Bogues es uno de los que llegó a saberlo muy bien.
“Nunca conocí al señor Mark Cuban”, le dijo a SLAM. “Pero le digo a la gente que le agradezco más que a la vida misma. Me quedaban tres años de contrato cuando falleció mi madre y decidí que era hora de dejar el baloncesto. Me alejé del juego cuando me quedaban tres años de contrato. [Cuban] fácilmente podría haberme rescindido de mi contrato, pero siguió adelante y lo honró, pagó los tres años y nunca miró atrás”.
Los fanáticos de la NBA de los años 90 también recordarán a Elaine Bogues por su aparición en uno de los tres anuncios televisivos de Reebok de 1995. Las madres de Sam Cassell, Kenny Anderson, Glenn Robinson y Nick Van Exel también aparecieron en la serie.