Los Cavaliers impresionan en este inicio de temporada, con un proyecto que comenzó hace siete años con la salida de LeBron James.
El 8 de junio de 2018 LeBron James jugó su último partido con los Cleveland Cavaliers, fue el cuarto de las Finales de la NBA ante Golden State Warriors, que se coronaron tras barrer a sus rivales del Este, quienes desde ese día planearon una reconstrucción que comenzó con la salida de la figura que había regresado para darle a esa ciudad de Ohio un anillo de campeón.
Casi siete años después, los Cavs están de vuelta en la élite de la NBA, como el mejor equipo en lo que va de la temporada 2024-25 y con la aspiración de volver a la lucha por el título, aunque con una fórmula distinta, cocida a fuego lento, con dos correctas selecciones colegiales, un par de grandes cambios y la búsqueda del coach adecuado.
Una ruta trazada por el presidente, Koby Altman y el gerente general, Mike Gansey que con paciencia han formado un roster competitivo, que espera demostrar su valía en los playoffs, cuando se encuentre por ejemplo con los Boston Celtics o incluso vuelva a verse las caras con el Oklahoma City Thunder, pero en la instancia decisiva.
Luego de una tormentosa salida a Miami en 2010 que incluyó la quema de algunos jerseys con el número 23, LeBron regresó cuatro años más tarde a Cleveland (que tuvo marca global de 97-215, sin playoffs durante su ausencia), para meterlo en una era de éxito junto a Kyrie Irving y Kevin Love que incluyó cuatro viajes a las Finales y el primer cetro para la franquicia en 2016.
No obstante, tras la barrida sufrida ante Warriors en 2018, James se volvió a marchar, a Los Angeles Lakers, aunque esta vez la respuesta institucional fue más madura y Cleveland empezó un proceso de transformación doloroso, con un récord de 19-63 en 2018-19, el segundo peor de la Liga tras los Knicks.
Donovan Mitchell, estrella de los Cavs, enfrenta a LeBron James y Anthony Davis. APEl plan para intentar trascender
Con la quinta selección del Draft 2019, los Cavs encontraron al nuevo referente alrededor del cual arrancar el camino de regreso, el armador Darius Garland de la Universidad de Vanderbilt, quien no causó un impacto inmediato porque no estuvo entre los novatos más destacados y fue parte de otra campaña de sólo 19 triunfos, pero ahora es la figura.
Para la siguiente temporada volvieron a tener el quinto pick y esta vez tomaron al delantero Isaac Okoro, aunque el movimiento clave con respecto al futuro llegó a la mitad del calendario, con un cambio multitudinario en el que los de Ohio fueron sólo actores de reparto.
James Harden fue enviado de Houston Rockets a Brooklyn Nets, en un movimiento que también involucró a Cleveland, que envió a Dante Exum a los Rockets y recibió a Jarrett Allen y Taurean Prince de Brooklyn; el centro lucía como un buen complemento para Garland, aunque la organización tuvo marca de 22-50.
Para la 2021-22 el progreso ya fue notable, en el reclutamiento tomaron otro hombre grande, Evan Mobley, pero también renovaron a Allen con un contrato de $100 millones de dólares por cinco años, que rindió frutos porque Jarrett fue elegido al Juego de Estrellas que se disputó en Cleveland como reemplazo de Harden y para integrar nada menos que el equipo de LeBron, junto a Garland.
En el verano también habían sumado al finlandés Lauri Markkanen en un cambio y unos días antes del All-Star obtuvieron a Caris LeVert desde Indiana, para que se reencontrara con su excompañero en Nets, Jarrett Allen y contribuir para tener marca ganadora por primera vez desde la marcha del Rey: 44-38.
Sin embargo, en el play-in cayeron ante Brooklyn y ante Atlanta Hawks, para quedarse sin boleto a la fase decisiva, aunque el coach J.B. Bickerstaff se mantuvo en el cargo para continuar con el armado de una plantilla competente, que ya tenía una base con Garland, Mobley (nombrado al quinteto ideal de novatos), Allen, Markkanen, LeVert y Okoro.
Antes del inicio de la 2022-23, la directiva de Cleveland decidió que era el momento de apostar en serio y consiguió a Donovan Mitchell, que dejó al Utah Jazz tras un divorcio con la otra estrella de los de Salt Lake City, Rudy Gobert, pero los Cavs tuvieron que entregar a Markkanen, otros dos jugadores y cinco selecciones de Draft.
Era el movimiento necesario para afirmar que la franquicia estaba lista para volver a lo más alto, que el proceso de reconstrucción había terminado y era el momento de dejar atrás lo sucedido con LeBron para escribir una nueva historia.
Aunque ‘Spida’ aclaró de inmediato que era el equipo de Garland, se convirtió en el nuevo referente, con un palmarés que incluía tres nombramientos previos al All-Star y siete series a todo o nada con Utah; el cuadro titular se completó con Allen, Mobley y Okoro, para una campaña de 51-31 y el anhelado regreso a playoffs.
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La salida en primera ronda tras caer 1-4 contra Knicks dejó sin respuestas a los de Ohio, que creían ir por la senda correcta, pero todavía no estaban listos para competir en esas instancias.
Lo volvieron a intentar en 2023-24 con la suma de Max Strus, procedente del Heat y los agentes libres Georges Niang y Ty Jerome, además del regreso de Tristan Thompson, monarca junto a LeBron; el récord de 48-34 fue el cuarto mejor del Este y superaron la primera ronda de eliminación en una emocionante serie a siete juegos con Orlando Magic, pero en las semifinales se encontraron con los Celtics, a la postre campeones, que los eliminaron 4-1.
La directiva entendió que necesitaba mover el banquillo y contrató como coach a Kenny Atkinson, quien tuvo marca de 118-190 en cuatro temporadas en Nets (donde coincidió con Allen y LeVert), pero que después brilló como asistente de Tyron Lue en los Clippers y luego de Steve Kerr con los Warriors, donde se dio el lujo de rechazar una oferta de Hornets.
El arranque de Atkinson este 2024-25 con un 15-0 no pudo ser mejor para unos Cavs que parecen haber encontrado la pieza faltante; respecto al año anterior, Cleveland promedia 10 puntos más por encuentro (122.1), para estar en el Top-2 de la Liga y tiene un diferencial de +10.8 en anotaciones (era de 2.4 en 2023-24), claves para comandar la Conferencia Este.
A nivel individual también ha habido diferencias, Garland promedia tres unidades más por juego (20.9), misma mejora que Evan Mobley (18.9), pero hasta seis jugadores tienen doble dígito cada noche y la carga de minutos está repartida en 11 integrantes (todos con más de 15 por duelo), al estilo de Kerr, con el objetivo que las estrellas lleguen de la mejor forma posible al final.
Porque ese es el objetivo para esta franquicia, que ha tenido una temporada regular histórica, con apenas cinco derrotas luego de 39 encuentros, con una ventaja amplia respecto a Celtics, pero que debe trascender a partir de abril porque ha sido su problema desde la marcha de LeBron.
Para tener éxito ahora la directiva ha apostado en grande, tanto al quedarse sin selecciones colegiales en el futuro por distintos cambios, como al firmar a agentes libres, aguardar por la maduración del talento y encontrar al coach que parece entender de mejor forma las capacidades de Mitchell, Garland, Allen y Mobley.
La reconstrucción en Cleveland tras la salida de LeBron James terminó hace un par de años y es el momento de cosechar los frutos en los playoffs, todo parece encaminado para volver a ganar un anillo, uno que consolide al equipo en la historia de la NBA, más allá de una figura específica.