Rafael Devers, Alex Corga, Alex Bregman
Rafael Devers, el carismático tercera base de los Medias Rojas de Boston, ha salido al paso de los rumores y especulaciones que han rodeado su rol en el equipo tras la llegada del estelar Alex Bregman.
¡Dejen eso ahí! Rafael Devers dice que Alex Cora no es su enemigo público
En un contexto de creciente debate sobre posibles cambios de posición o incluso un intercambio, Devers ha optado por destacar la armonía en su relación con el mánager Alex Cora, desmintiendo cualquier narrativa de conflicto interno.
En declaraciones recientes, Devers expresó un profundo respeto por Cora, dejando claro que no lo considera un adversario.
“Es alguien a quien respeto mucho. No es un enemigo mío. Tengo la disciplina necesaria para, si no me siento bien, hablar con Alex y comunicarlo. Esto es un equipo y tenemos un solo objetivo”, afirmó el dominicano.
Estas palabras reflejan una madurez notable en un jugador que, a sus 28 años, se ha consolidado como una de las piezas clave del lineup de Boston gracias a su potencia ofensiva.
El trasfondo de estas afirmaciones surge con la incorporación de Bregman, un tercera base de élite firmado por 120 millones de dólares por tres años, cuya llegada ha sacudido la estructura del infield de los Red Sox.
Mientras Bregman aporta una defensa de Guante de Oro, Devers ha sido cuestionado por sus recurrentes errores en la tercera base, a pesar de ser un bateador temido en la liga.
Esto ha generado especulaciones: ¿mantendrán a Devers en su posición y reubicarán a Bregman a la segunda base? ¿Pasará Devers a ser bateador designado? ¿O podría Boston considerar un movimiento más radical?
Sin embargo, Devers ha preferido mantenerse al margen del ruido mediático. “No estoy frustrado. No tengo necesidad de estarlo… Mi familia está bien, mis hijos están bien… No sé por qué esto se está convirtiendo en una historia tan grande”, señaló en palabras recogidas por el periodista Chris Cotillo.
Su enfoque está claro: ganar como equipo es la prioridad, y su confianza en Cora como líder parece inquebrantable.
Alex Cora, por su parte, enfrenta el desafío de alinear a dos estrellas en un infield competitivo, una decisión que definirá la dinámica de los Red Sox en 2025. Mientras tanto, Devers demuestra que, más allá de las polémicas, su compromiso con Boston y su relación con Cora siguen siendo pilares sólidos en su carrera.
En un deporte donde las narrativas a menudo exageran tensiones, Devers opta por la calma y el trabajo en equipo.