Florencia le entrega a Nicolás los resultados de la prueba de paternidad y le confirma que el hijo que espera es de Ismael y no de él.
Florencia se enfrenta a un momento difícil al entregarle a Nicolás los resultados de la prueba de paternidad. Con seriedad, le confirma que el hijo que espera es, en realidad, de Ismael y no de él. Esta revelación genera una mezcla de emociones en Nicolás: confusión, dolor y traición.
La situación se complica aún más, ya que Florencia debe lidiar con las implicaciones de su decisión y el impacto que esto tendrá en sus vidas y en la relación entre todos los involucrados. La tensión en el aire es palpable, y ambos saben que deben enfrentar las consecuencias de esta verdad revelada.