Nadal conquistó su primer Trofeo Conde de Godó hace 20 años en Barcelona
Cesar Rangel/AFP via Getty Images
Rafael Nadal celebra su victoria ante Juan Carlos Ferrero en la final de Barcelona 2005.By Javier Méndez
“No es normal que esté ganando tantos partidos”. Rafael Nadal apenas era un adolescente, pero su trayectoria ya empezaba a vaticinar que la suya no sería la carrera de un jugador común, a pesar de que él se empeñara en reducir la euforia. Tanto su eléctrico juego, enorme carisma como los resultados daban síntomas de que su nombre podría estar, años más tarde, entre los más grandes de este deporte. Pero aún faltaba mucho para eso.
El español desembarcó en Barcelona el 18 de abril de 2005, un día después de estrenar su palmarés con su primera corona ATP Masters 1000. Era la guinda a un inicio de temporada en el que había logrado los títulos en Costa do Sauipe, Acapulco, así como en El Principado, además de disputar una final más en Miami.
El récord de partidos de 30-6 le había permitido dar el salto desde el No. 51 del PIF ATP Rankings con el que empezó el curso al No. 11 del mundo antes de emprender su segunda aventura en el Barcelona Open Banc Sabadell. Su única experiencia previa en 2003, entonces con 16 años, se había saldado con una victoria ante Juan Antonio Marín 6-0 (Ret) y una derrota frente a Alex Corretja en segunda ronda (6-3, 2-6, 1-6).
En 2005 el decorado era distinto. Sus 18 años no avalaban demasiadas horas de vuelo en la pista, pero prometían el suficiente entusiasmo, hambre y ambición para ser candidato a la corona. Sobre todo, después de haber iniciado una semana antes en Montecarlo una racha de victorias en tierra batida que con el tiempo elevaría hasta 81.
“En cualquier momento puede cambiar la racha. Aunque estoy jugando bien, seguro que vendrán momentos malos”, se apresuró a comentar antes de debutar. Nadal, octavo cabeza de serie, formaba parte de un cuadro donde también competían otros especialistas en la superficie como sus compatriotas Carlos Moyá (favorito No. 3) y Tommy Robredo (No. 6) o los argentinos Gastón Gaudio (No. 2), Guillermo Coria (No. 4) o Guillermo Cañas (No. 5).
Libre de jugar la primera ronda por su condición de favorito, abrió su camino directamente en la segunda ronda frente a Gilles Muller, despejando cualquier duda por 6-0, 6-2 en apenas 52 minutos. En tercera ronda repitió exhibición ante Dominik Hrbaty por 6-1, 6-2 y en cuartos de final sólo había entregado dos juegos, cuando Agustín Calleri se retiró con 6-2, 3-0 (Ret). Tampoco Radek Stepanek pudo arrebatarle un set en la hora y 20 minutos que duró la semifinal (7-5, 6-2).
“El objetivo que tenía al principio de la temporada ya lo he logrado, aunque no gane nada más. Pero los objetivos van cambiando. A lo mejor ahora se me exigirá más. Lo que intentaré será salir a la pista con humildad y dar el máximo”, confesó Nadal antes de saber que al final de la semana se ganaría un hueco en el Top 10.
Su gran momento de forma, por tanto, se pondría a prueba en la última ronda frente al antiguo No. 1 del mundo y campeón del torneo en 2001, Juan Carlos Ferrero. En la final —que entonces se disputaba al mejor de cinco sets— Nadal mantuvo su solidez para en dos horas y 56 minutos cerrar la victoria por 6-1, 7-6(4), 6-3.
Nadal golpea la derecha en el Barcelona Open 2025. Foto: Cesar Rangel/AFP via Getty Images
Nadal se convirtió en el español más joven en acceder al Top 10, tras conquistar su primer título en el Barcelona Open Banc Sabadell y en el jugador más joven en lograrlo en el ATP Tour desde que Andrei Medvedev lo había hecho en 1983.
“Siempre he hablado de los Top 10 y ahora yo soy uno de ellos. Total, del 51 (posición en la que empezó el año) al 7, sólo va un número. Lo que intento es pasármelo bien en la pista”, afirmó después del torneo. “Yo siempre me he preparado al máximo. Trabajo con humildad y he mejorado mucho mi tenis. Lo importante es no contentarse con lo que se tiene, sino querer siempre más”.
Ese récord de precocidad en la élite de la ATP Tour se mantuvo inquebrantable hasta el 23 de abril de 2022, cuando su compatriota Carlos Alcaraz, a la misma edad (18 años) y en el mismo lugar, consiguió irrumpir entre los diez mejores del mundo. Precisamente, desde el banquillo del murciano vigilaba atentamente sus pasos Ferrero, que en 2025 le acompañará en esta edición en busca de su tercer título.
Hace 20 años, Nadal dio su primer salto a la piscina del Real Club de Tenis Barcelona-1899 como campeón. Él, entonces, no lo sabía, pero la mítica estampa del majestuoso Trofeo Conde de Godó sobre su cabeza volvería a repetirse de manera implacable en 2006, 2007, 2008, 2009, 2011, 2012, 2013, 2016, 2017, 2018 y 2021 hasta sumar una histórica docena.
Su estela perdurará para siempre en el Barcelona Open Banc Sabadell. Este año será el primero sin su raqueta en activo, pero su nombre seguirá presente una temporada más en la Pista Central Rafa Nadal.