El británico critica que la FIA debería monitorizar al equipo austríaco más de cerca, ya que pueden haber estado ganado rendimiento desde hace mucho tiempo

Hamilton, sobre los 'trucos' de Red Bull: "Dios sabe cuánto tiempo lo han tenido y han estado ganando títulos"

Las posibles ‘trampas’ de Red Bull están revolucionando la Fórmula 1. Este jueves salió a la luz que los de Milton Keynes han estado modificando las alturas entre la clasificación y la carrera, una cosa que no se puede hacer según el reglamento.

La FIA ha reaccionado y les ha prohibido el mecanismo que en principio llevan. Eso sí, pilotos como Lewis Hamilton siembran la duda de si deberían haber más consecuencias, ya que puede que lleven utilizando este truco bastante tiempo, ganando una ventaja que ha podido influir en algunos de los campeonatos que han ganado recientemente.

En primer lugar, hay que entender que las alturas son muy importantes en esta F1 con efecto suelo y la escudería austríaca era capaz de variar la altura del suelo entre la calificación y la carrera, para tener menos altura para la clasificación donde sólo llevan unos 5 kilos de combustible, y subirla de cara a la carrera donde suele haber unos 100kg. Unas ‘trampas’ que no han tenido las consecuencias esperadas por algunos, ya que la FIA no les ha sancionado.

Las quejas de Hamilton

“Dios sabe cuánto tiempo lo han tenido y han estado ganando títulos”, decía Lewis Hamilton sobre estos ‘trucos’, que han salido de repente a la luz, sin que hubiera sospechas en los meses anteriores, algo muy extraño teniendo en cuenta que la FIA suele medirlo todo a la perfección, para que todos los coches sean legales. Con estas declaraciones, el siete veces campeón del mundo da a entender que el mecanismo ilegal de Red Bull podría haber estado dando mucha ventaja al equipo durante la temporada, o incluso desde el año pasado.

Dios sabe cuánto tiempo lo han tenido… La FIA debería monitorizarlo muy de cerca

Lewis Hamilton

Además, el británico cree que pueden perder cierto rendimiento con la decisión que ha tomado la FIA, pero será insuficiente. “Quizá eso pare ahora, pero no creo que esto sea lo único que los detenga. Creo que el resto, tenemos que intentar seguir siendo innovadores y liderar en ese aspecto antes que sólo cerrar la brecha”, explicaba el ’44’. Sus sospechas no terminan aquí y asegura que “la FIA debería monitorizarlo muy de cerca”.

Los ‘trapos sucios’ de Red Bull

Red Bull no se tiene que preocupar sólo porque les hayan descubierto. Tienen un problema más grande, que desde que las grandes figuras se están marchando de la escudería este año, muchas cosas están saliendo a la luz. Adrian Newey, Jonathan Wheatley o Will Courtenay eran tres ingenieros que tenían un papel muy importante en el equipo y seguro que eran conscientes de estos mecanismo, y ahora que se han ido, es fácil que puedan haber hablado con periodistas o con ingenieros de otros equipos y todo se haya filtrado.

No se puede negar que Red Bull parece un polvorín que puede explotar en cualquier momento. Las tensiones empezaron a principio de año con el caso de Christian Horner, por una demanda por conducta inapropiada al propio Horner por parte de una trabajadora de la marca de las bebidas energéticas que se cerró sin una resolución muy clara por órdenes del jefe tailandés Chalerm Yoovidhya.

En ese momento empezaron las tensiones entre Horner y Helmut Marko, que crearon bandos y hasta Max Verstappen, a través de las declaraciones de su padre, se posicionaba claramente en el del asesor de Red Bull. A partir de ese momento tuvieron una bajada de rendimiento clara, y desde la salida de Newey no parecen encontrar una solución que les pueda llevar de nuevo a la cima, ya que sus mejoras no funcionan, como sí lo hacen las de sus rivales. Los 52 puntos de ventaja que tiene Max en el campeonato parecen muchos, pero sin duda, si con este mecanismo de las alturas pierden más rendimiento y acaba perdiendo el mundial, no sería de extrañar que el neerlandés activase alguna de las famosas cláusulas que tiene para salir de la escudería sin cumplir todo el contrato, así que los austríacos están en un momento más que complciado.