LeBron James asusta. Tanto como para dejar boquiabierto a su hijo Bronny después de contemplar lo que ha sido su padre en la pista y también fuera de ella con el meticuloso cuidado de su cuerpo para seguir cometiendo estas barbaridades a los 40 años. Tanto como para hasta ahuyentar a futuros compañeros de equipo con el cierre del mercado a la vuelta de la esquina en la fácil victoria de los Lakers contra los débiles Washington Wizards anoche (111-88).

The King, todavía rey de las noches NBA en vez de dormirlas con esas 40 primaveras, le puso todo el picante a un partido sin mucho aliciente entre estos Lakers insuficientes para el anillo pero bastante decentes y unos Wizards en eterna reconstrucción, escondidos tras ese eufemismo para disimular su manera de deambular, peor equipo de toda la liga estadounidense con un penoso récord de 6-36. 

Aparte de un triple-doble de 21 puntos, 10 rebotes y 13 asistencias, LeBron dejó temblando el aro con un descomunal mate sobre Jonas Valanciunas en una jugada tan brutal que, como se diría coloquialmente, dejó flipando en colores a Bronny. Un Valanciunas que no hay que olvidar que emerge como el principal favorito antes del cierre de mercado el 6 de febrero para que los Lakers refuercen una posición de pívot en la que Anthony Davis necesita un sustituto de garantías.

Un Davis que acompañó fielmente a LeBron como siempre con un abundante doble-doble de 29 puntos y 16 rebotes con un 14/22 en tiros de campo con un 1/3 en triples. En grandes noticias para los de púrpura y oro, la Ceja está lanzando más que nunca desde el perímetro en los últimos cuatro años con 2,3 tiros, aunque el porcentaje de acierto para tan poco volumen no sea para tirar cohetes con un 32%.

Austin Reaves también se abonó a su línea de regularidad con 16 tantos, mientras que Dorian Finney-Smith cotiza al alza como necesario hombre de banquillo, firmando 16 puntos anoche. La placidez de la velada permitió ver un poco a Bronny en la pista aunque sólo fueran dos minutos, en los que el hijo de LeBron aportó un rebote y falló su único tiro de campo.

Bilal Coulibaly fue de lo poco salvable con 17 puntos en unos Wizards en los que nadie alcanzó los 20 como paradigma del desastre del equipo de la capital, el cual sólo ha disputado unos playoffs desde 2018 y cayendo en primera ronda. Así las cosas, más razones tiene de querer irse un Valanciunas en pleno prime a sus 32 años que ya interesaba a los Lakers en verano según reconoció el propio LeBron aunque Washington se acabó adelantando.

También se desconoce cada vez más el sentido de que Jordan Poole siga desperdiciándose en estos Wizards. La mejora del ex de los Warriors esta temporada no evita que continua sufriendo de noches ofuscadas como esta, con 15 puntos pero un 5/18 en lanzamientos. Difícil con esta panorama que un jugador todavía con 25 años y campeón de la NBA se motive.

En contraste con la apatía de Washington, el incesante vigor de LeBron James, con cuya fuerza mantiene a los Lakers en puestos de playoffs en el exigente Oeste, sextos con 23-18 cuando los de púrpura y oro justo han pasado de la cuarentena de partidos para llegar al ecuador de la temporada con 41, como hacia los que comienza a poner rumbo The King, reinventando el concepto de la crisis de los 40.