La Semana de la Moda de Milán ofreció el sábado una quinta jornada especialmente intensa, en la que las colecciones para la primavera/verano 2025 resultaron más que atractivas. Dos casas destacaron en particular, mostrando su increíble maestría: Bottega Veneta y Diesel, cada una en su segmento, rivalizando en talento e inventiva con propuestas originales y deseables que celebran el “made in Italy”.


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Diesel, primavera-verano 2025 – ©Launchmetrics/spotlight

Una vez más, Diesel puso toda la carne en el asador, trasladando a sus invitados a un enorme hangar sembrado de retazos de tela azul, que cubrían los asientos e incluso las imponentes columnas que ocupaban el centro del espacio. En total, 14 800 kilos de retales textiles destinados a deshechos que se recuperarán después del desfile y se reutilizarán en la industria, según explicó la marca insignia del grupo italiano de moda OTB. Las modelos, con ojos de zombi, caminaban por este inmenso campo azul como si hubieran aterrizado en un planeta nuevo.

Sus ropas, rotas y desgastadas hasta la médula, parecían harapos, pero nunca habían resultado tan sofisticadas, fruto de infinitas experimentaciones y complejos tratamientos. La marca, por ejemplo, utiliza sus propios retales de tela para fabricar hilo de algodón reciclado para determinadas prendas. Otro ejemplo es un abrigo con efecto afelpado, elaborado totalmente a mano con bobinas sobrantes de hilo vaquero en tonos azules, verdes y amarillos.

Ahora que ha dejado Y/Project, la marca parisina que dirigió durante diez años, Glenn Martens tiene mucho tiempo para centrarse en la marca italiana de vaqueros, de la que es director creativo desde finales de 2020. Y lo está haciendo de forma brillante, elevando aún más el nivel de la marca con una colección impresionante, en la que los límites entre el denim y el efecto denim son casi invisibles.


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Diesel, primavera-verano 2025 – ©Launchmetrics/spotlight

El diseñador belga continúa experimentando. Se centra cada vez más en el concepto de desgaste, con un impresionante trabajo sobre las texturas. Lo vemos, por ejemplo, en el modo en el que los minishorts vaqueros se prolongan hasta convertirse en finos flecos, transformándose en una falda. Una técnica que se utiliza también para crear flecos de encaje que se incrustan aquí y allá sobre las prendas.

También se usa en prendas de cuero o en cuadros Príncipe de Gales impresos en PVC, dando lugar a asombrosos diseños híbridos. Chaquetas, vestidos y abrigos se extienden hacia los lados o hacia arriba en una millón de tiras, que se enrollan como serpientes alrededor del cuello o del cuerpo.

El cuero se utiliza también para crear americanas impecables de “imitación vaquera”, mientras que la tela vaquera de verdad se utiliza para crear vestidos de tirante fino. Los monos, mallas y camisetas de tirantes de nailon dan el efecto de medias hiladas, mientras que el príncipe de Gales hace su aparición en un body y un vestido de punto ajustado, o en un traje totalmente rayado.


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Bottega Veneta, primavera-verano 2025 – ©Launchmetrics/spotlight

Bottega Veneta, marca italiana del grupo Kering, cerró la jornada con una colección muy seductora y lúdica. La idea era volver a sumergirnos en la infancia, como sugería la disposición de la sala de exposición, con una retahíla de pufs en forma de simpáticos animales. Conejos, osos, pingüinos, ardillas, mariquitas, zorros, ratones, osos y gallinas componen una colección de ensueño para los más pequeños. Estos pufs, inspirados en el famoso modelo Sacco de la marca de diseño milanesa Zanotta, estarán disponibles a la venta.

El director creativo Matthieu Blazy se inspiró en la escena de la película de Steven Spielberg “E.T., el extraterrestre”, cuando la madre entra en la habitación de los niños, abre el armario y descubre un montón de peluches. Se inspira en este mundo imaginario y alegre de la infancia para crear un armario lleno de ideas nuevas y detalles divertidos, vistos a través de los ojos de los niños y de sus padres, que en un momento dado aparecen vestidos con una serie de prendas arrugadas, ¡incluida una corbata tipo sacacorchos!

Trajes, vestidos… todo es extremadamente cómodo para la vida diaria. Pero estamos ante una nueva vida cotidiana, transformada en una maravillosa aventura donde todo es posible. El papá director lleva a su hija al colegio con un traje gris y una gran mochila rosa y morada a la espalda. La mamá va al supermercado con un ramo de flores tejidas a ganchillo envuelto en una lámina de cuero con efecto papel kraft y la clásica bolsa de plástico, pero de cuero y nailon. Otro hombre de negocios asiste a clase de música con una bolsa de caramelos rojos (también de piel) en la mano, el violín colgado a la espalda en un lujoso estuche de cuero trenzado, con la famosa técnica “intrecciato” de la casa.


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Bottega Veneta, primavera-verano 2025 – ©Launchmetrics/spotlight

Matthieu Blazy trabaja las proporciones, dándoles fuerza, como si los niños se divirtieran llevando la ropa de sus padres. Los modelos parecen flotar en los trajes, con hombros grandes y cuadrados, chaquetas sobredimensionadas que a veces les llegan a las rodillas y con mangas muy amplias. Las camisas de rayas finas, como rígidas y ligeramente ceñidas a la cintura, se transformaron en abrigos cortos, al igual que las camisas de cuadros.

El diseñador reinventó la falda pantalón, con una pernera pantalón por un lado y una falda recta por el otro, fusionándose con naturalidad. Los jerséis blancos tenían un escote exageradamente abierto, que recordaba a la forma de las antiguas camisetas de punto de tirantes. Aquí y allá, los vestidos se pellizcan al azar o se sujetan con broches en forma de rana, como si una niña se divirtiera probándose la ropa de su madre.

Este mundo infantil recorre la colección con alegría y ligereza, a través de infinidad de detalles más o menos visibles. Orejas de conejo metálicas, por ejemplo, sobresalen de las hebillas de los cinturones. Las siluetas de los animales de peluche aparecen en las solapas de los cuellos muy anchos, como un conejo en un macuto de cuero blanco. Un montón de cerillas está listo para encenderse en una chaqueta de punto negra. Una cascada de cintas de cuero se eriza sobre la cabeza como un tocado o peluca, o la máscara de un monstruo o jinete imaginario. Los conjuntos de punto, mal abrochados, parecen manchados de pintura en el centro. Una colección verdaderamente “¡wow!”, como resume el título.