A través de perspectivas sin precedentes, Benito Santos nos revela su conexión con la cultura y el país que grita

‘Desde niño siempre fui un aficionado por la silueta femenina’ así comienza la conversación que nos trasladó a un espacio de aprendizaje y orgullo mexicano. Benito Santos siempre ha mostrado no solo un interés en la industria de la moda, sino un talento nato e inerte en ella. Enfocado en convertirse un símbolo de estilo, Benito ha luchado por poner a México en alto, en representar la esencia de este país y en acentuar cada tradición milenaria.

Para esta ocasión y nacida de un diálogo entre la herencia y la innovación, para Vogue —y seguramente para el mundo— el diseñador se convierte en una Voz de Cambio, en un creador de prendas con la cultura vibrante de México como foco y comunidades creativas como aliadas.

La historia de una mente revolucionaria

Originario de Tepehuaje de Morelos, Jalisco, Benito Santos siempre ha estado inmerso en el encanto del mundo de la moda. ‘Escribía en los mesa bancos de madera de la primaria, en los libros de texto, hoja por hoja, estaban repletos de zapatillas, moños y vestidos. Con el tiempo yo me di cuenta que fui perfeccionando la ilustración, pero ya era muy consciente desde que estaba en la primaria que me gustaba dibujar eso, en lugar de salir a jugar en el recreo. Para mí era más fascinante empezar a dibujar siluetas de vestidos flotantes’, nos revela el diseñador sobre su primer acercamiento a la industria.

Y es que Benito es la mente vanguardista y creativa que empuja sin descanso los límites de la moda mexicana, una con energía audaz, gran visión y una aguda atención a los detalles. Caminar dentro de un estudio, showroom o pasarela del diseñador es contemplar los modelos conmovedores, observar los matices y comprender que la palabra ‘hecho en México’ continúa tocando sentimientos y visiones en la cultura.

Cada diseño, silueta y textura de Benito Santos es una oda a México.

 Cortesía de la marca
‘Creo que Benito Santos está aportando en este momento libertad y el orgullo de expresar su arte a través de las costumbres y las tradiciones mexicanas, sin miedo a representar ese folclor que tengo tan dentro de mí’, comenta el creativo. A estas alturas ya lo sabemos: no falta inspiración en México y en especial si hablamos de la moda. Este país ya se ha convertido en una inclinación de abundancia cultural alrededor del mundo. Historia y tradición, arte y arquitectura, color y textura, antiguo y nuevo, todo está presente en una preponderancia desenfrenada que puede hacer que incluso un catador de estilo dé vueltas.

Benito Santos no solo hace moda mexicana, la vive

Desde la imaginación visionaria hasta la materialización de prendas extraordinarias para el diseñador ‘el trabajo en equipo es clave para lograr todo lo que estamos construyendo, desde la gente artesana que interpreta mis ilustraciones, que lo lleva a la confección, que tiene un patronaje perfecto, la gente que hace todos los terminados a mano tiene que estar involucrada. Lo tradicional te da las bases para poder tener conocimiento de técnicas, para tener conocimiento de color, para tener conocimiento de significado. Cuando tienes un acervo cultural tan grande y tienes todo ese conocimiento detrás, es muy fácil que lo expreses a la vida diaria y puedes crear colecciones que sean contemporáneas para poderse usar’.

Benito Santos se convierte en un portador de cambio.

 Cortesía de la marca
Otra fuente de inspiración —y conectando con la vasta cultura mexicana— Benito toma los líquidos y texturas de este país utópico como pilares en sus estímulos de creación. En especial, los sabores del tequila son pilares presentes en su marca. ‘Conecto con las celebraciones donde ha estado presente esta bebida milenaria. Cuando yo estaba en el pueblo recuerdo los bautizos, los quince años, las bodas con esas cazuelas de birria, de arroz’. De igual forma, el diseñador siente una profunda conexión con Tequila Patrón, ‘esta es una empresa que me ha enseñado mucho, tengo la fortuna de conocer su proceso, tengo el aprendizaje de ellos, de ser una empresa completamente sustentable y tiene un círculo completo y es un ejemplo a seguir porque me gustaría cada vez ser más como esta gran empresa’. Con esta premisa, el diseñador nos ha revelado en exclusiva su receta favorita para una Paloma Perfecta, la bebida insignia de Tequila Patrón. Solo necesitas: 45 ml. de Patrón Reposado, 45ml. de jugo de toronja fresco, 15 ml. de jarabe de agave (1:1), 15 ml. de jugo de limón (recién exprimido), 45ml. de agua mineral, azúcar y sal para escarchar y una rodaja de toronja para decorar. Para la preparación primero debes combinar todos los ingredientes en una coctelera, a excepción de la soda, y agitar con hielo para enfriar. Coloca hielo fresco en un vaso Collins previamente escarchado con azúcar y sal. Y por último, vierte la mezcla de la coctelera al vaso, cubre con soda y decora con una rodaja de toronja.

Dos iconos mexicanos por una lucha de orgullo y pasión artesanal.

 Cortesía de la marca
Benito Santos y Tequila Patrón han creado una unión de íconos mexicanos, dos manifiestos que están cambiando el rumbo de cada una de sus industrias y que se han convertido en Voces de Cambio del futuro de México, uno rodeado de guiños al pasado y detalles del presente.