Eva es arrestada tras ser descubierta como la responsable del incendio en las oficinas de Tomás, un acto que había planeado con la intención de vengarse y desestabilizar su vida. A pesar de su situación, Leonor, quien conoce bien el historial de maldad y manipulaciones de Eva, decide no intervenir para ayudarla. Al contrario, Leonor considera que es el momento ideal para que Eva asuma las consecuencias de sus actos y pagar por todo el daño que ha causado a los demás.

Mientras tanto, Vera, quien siempre ha estado obsesionada con Tomás y ha esperado el momento perfecto para acercarse a él, aprovecha la confusión generada por los recientes acontecimientos. Con astucia y paciencia, logra sembrar dudas entre Tomás y Gabriela, debilitando su relación. Vera utiliza su encanto y manipulación para apartar a Gabriela del camino, concentrándose en conquistar el corazón de Tomás y asegurarse de que él la vea como su única opción. Su estrategia es tan calculada como efectiva, y cada paso la acerca más a su objetivo final.