Lorena se entregó en cuerpo y alma a Ismael, pero él no dudó en rechazarla al creer que era la culpable de la muerte de Juan Pablo, por su parte, Alejandro siempre confío en su inocencia y el destino se encargó de unir sus corazones.

Lorena se entregó por completo a Ismael, ofreciendo su amor y lealtad sin reservas. Sin embargo, Ismael, movido por sus propios prejuicios y el dolor de la pérdida de Juan Pablo, la rechazó, creyendo que ella era responsable de su muerte.

A pesar de esta situación, Alejandro siempre defendió la inocencia de Lorena, convencido de que ella no tenía nada que ver con lo sucedido. Con el tiempo, el destino hizo su trabajo y, a través de diversas circunstancias, logró unir los corazones de Lorena y Alejandro, quienes encontraron consuelo y amor el uno en el otro a pesar de la adversidad.