“Albert Ramos rompe el silencio: ‘Quería seguir, pero detenerme fue lo más sensato'”

El barcelonés, que cuelga la raqueta esta campaña, se despedirá de su público en el Godó

Albert Ramos aplaude a la grada.

Albert Ramos aplaude a la grada.

Albert Ramos Viñolas (Barcelona, 1988) colgará la raqueta esta campaña. El veterano miembro de la Armada, que viene de jugar por última vez en Montecarlo, se despedirá de su público en la próxima edición del Conde de Godó. Antes, Albert repasa su carrera con MARCA.

Pregunta. ¿Cuándo decide que lo deja?

Respuesta. Hice una pretemporada para mejorar el nivel del año pasado, donde no había ganado muchos partidos. Pensaba que, con una buena preparación física, habría un cambio. Fui a jugar un challenger a Punta del Este y, dos días antes de empezar, me hice una rotura de fibras. Me he recuperado, pero después me vino una osteopatía de pubis. Me cuesta recuperar entre partidos. A mí el tenis me gusta mucho y yo hubiese seguido jugando. Pero lo más sensato es parar.

P. Usted no dice dónde quiere retirarse. ¿Quiere alargar su carrera lo máximo posible?

R. Sí, porque yo había hecho una pretemporada para jugar todo el año. No me siento preparado para decir que me retiro en dos semanas. Lo quiero digerir un poco y que mis hijas vengas a mis últimos torneos.

P. ¿Sus hijas son conscientes de que su padre es tenista?

R. Me gusta que me vean jugar y me hubiera gustado estar más tiempo en el circuito para que me vieran un poco más.

P. ¿Le ilusiona un último baile en el Godó?

R. Sí, porque es el torneo que más he vivido. Desde pequeño, iba a verlo y desde los 11 años soy jugador del Tenis Barcelona. He jugado todos los Godós desde que tengo 18 años y estoy muy contento de volver a jugar por última vez allí.

P. ¿Pedirá una invitación para despedirse del Mutua Madrid Open?

R. La pediré y ojalá me lo den porque es un evento que me gusta y la gente es excepcional.

Uno de mis peores recuerdos fue la derrota con Alcaraz en Río, perder con alguien tan joven fue muy duro

P. ¿Su peor recuerdo?

R. Uno de los peores fue la derrota con Carlos Alcaraz en Río. Él era muy joven y no le conocía. El partido fue muy raro y acabó muy tarde. En ese momento, perder en tres sets con alguien tan joven fue muy duro. Después, con el paso del tiempo, no ha sido tan duro. Terminamos como a las dos de la madrugada y no dormí en toda la noche.

P. ¿Qué recuerda de manera especial?

R. En 2010, gané mi primer partido ATP en el Godó y en segunda ronda superé al chileno Fernando González, que era el 11 del mundo. Yo estaba sobre el 140 o algo así.

P. Supongo que en la lista de grandes momentos está su victoria frente a Roger Federer en Shangái 2015.

R. Evidentemente también es uno de los mejores recuerdos.

En la final de Montecarlo contra Nadal sentí impotencia, sabía que era casi imposible ganar

P. Usted también disputó una final de Masters 1000 en Montecarlo ante Rafa Nadal. ¿Qué sintió?

R. Sentí mucha impotencia. Yo ya sabía que era casi imposible ganar porque venía de muchos partidos a tres sets y estaba un poco cansado. Jugaba contra el mejor en tierra de todos los tiempos. Había hecho sol todos los días y, justo ese día, estaba nublado. Con la pista más lenta, mis opciones bajaban aún más.

P. ¿Ha formado parte de la mejor generación de jugadores españoles?

R. No sabría decirlo porque antes hubo tenistas súper buenos que nos inspiraron a todos. Empezando por Emilio Sánchez Vicario, Sergi Bruguera, Álex Corretja, Albert Costa, Ferrero… No han sido como Nadal o Alcaraz, pero han sido muy buenos.

P. ¿Le ha sorprendido lo mucho que ha ganado Alcaraz a su edad o ya notó desde su primer duelo que tenía algo especial?

R. Yo no le conocía y fui a verle entrenar un par de veces desde lejos para enterarme cómo jugaba. Le pregunté a algún entrenador para que me dijera cómo jugaba y me contestó que no había para tanto. En la primera pelota del calentamiento, con la velocidad cómo me vino la bola, miré a mi entrenador en plan: “Esto qué es”. La velocidad con la que pegaba no era la de un niño de 16 años. Es que ya tiraba más fuerte que yo.

No estoy preparado para decir que me retiro en dos semanas

P. Usted apoyó desde el inicio la aparición de la PTPA. ¿Qué le parecen las denuncias interpuestas?

R. Estoy bastante fuera del tema. Lo que sí puedo decir es que el tenis es un deporte muy seguido, bien pagado, pero no lo suficiente comparado con el seguimiento que tiene.

P. Es un maniático de las raquetas: de los cordajes, el peso… ¿De Dónde le viene esa pasión?

R. Yo nunca había tenido problemas con la raquetas. Las marcas suelen cambiar los colores, pero mantienen el modelo. En 2018, en un cambio, noté que la raqueta era muy distinta y me entra una sensibilidad muy grande.

P. Si le digo el nombre de José María Díaz, ¿qué se le viene a la cabeza?

R. Un segundo padre o un hermano mayor. Hemos estado siempre juntos.

P. ¿No ganar la Copa Davis es una espina que se lleva clavada?

R. Sí, pero considero que los jugadores que había en el equipo cuando se ganaron las Davis eran mejores que yo.

He jugado todos los Godós desde los 18 años y estoy contento de volver a jugar

P. ¿El jugador especialista en tierra se está perdiendo?

R. Sí, pero creo que en los dos últimos años las pelotas habían perdido mucho efecto y velocidad. En Montecarlo he visto una clara mejoría. Las bolas me han hecho bajar el nivel los últimos tiempos.

P. ¿Alcaraz es el relevo natural de Nadal?

R. Sí.

P. Usted tuvo la suerte de medirse a los tres miembros del ‘Big Three’. ¿Quién era más difícil de derrotar?

R. A Federer le gané y considero que su juego me iba un poco mejor que los otros dos porque tenía el revés a una mano y yo soy zurdo. A Djokovic siempre le he visto buenísimo y nunca le gané un set y Nadal, pues lo mismo. No sabría decir quién de los dos era más complicado.

Djokovic ha ganado más en una edad avanzada y eso no es innato, lo ha buscado

P. En el debate del mejor de la historia, ¿con quién se queda?

R. Por títulos diría que Djokovic. Conozco la historia de Novak y se ha preocupado mucho de mejorar cosas relacionadas con su salud y su físico. Los últimos años de los tres no se pueden comparar. Ha ganado mucho más en una edad muy avanzada. Esto no es algo innato sino su mérito por buscar manera de estar bien y no lesionarse.

P. ¿Y después del tenis qué? ¿Le veremos de entrenador?

R. Es una muy buena pregunta, que ni yo sé contestar ahora mismo. A mí el tenis me gusta y me gustaría ayudar con mi experiencia a otra gente, pero no sé de qué manera. Después de tantos años, 17 años sin parar, con lesiones de máximo tres semanas, lo más sensato es descansar, no precipitarme y decidir con calma qué es lo que quiero.

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