En sus últimos momentos, Victoria, debilitada por la enfermedad y la agonía que la consume, toma la mano de Aurora con una mirada llena de desesperación y cariño. Con voz temblorosa pero firme, le suplica a Aurora que asuma el rol de madre para Ángel, su hijo, al que ama profundamente, pero al que sabe que no podrá cuidar mucho más tiempo. A pesar de todo el sufrimiento que está atravesando, Victoria siente que lo más importante es que Ángel tenga una figura materna que lo proteja y lo guíe cuando ella ya no esté.

El Ángel de Aurora: capítulo completo 74 - ¡Se murió mi mamá!

Con lágrimas en los ojos, Victoria decide finalmente confesar toda la verdad que ha guardado durante tanto tiempo, creyendo que es el momento adecuado para aclarar todos los secretos que la han atormentado. Sin embargo, en un giro cruel del destino, cuando se dispone a hablar, la muerte la sorprende en el acto. La vida de Victoria se apaga antes de que pueda liberar su alma y dejar de lado los secretos que aún pesan sobre ella.