El asturiano se ha traído su Valkyrie a España y ya lo ha exprimido en el circuito de Motorland, experiencia que ha sido grabada con un dron y cámaras ‘on board’.
Alonso, pilotando su Aston Martin de 1.155 CV en el circuito de Motorland.
Aston Martin emprendió el camino hacia una deportividad superlativa (entre los coches de calle) en el mismo momento que acordó con Adrian Newey el desarrollo del Valkyrie. Como se esperaba, el todavía entonces ingeniero de Red Bull aplicó muchos de sus conocimientos en la Fórmula 1 y creó un híper deportivo que, según Fernando Alonso, uno de sus primeros propietarios, era “el mejor coche de carretera del planeta”.
Aerodinámica extrema
Como te explicamos en Marca Coches, el trabajo de Newey resultó tan eficaz que incluso cuenta con sistemas de aerodinámica activa en los bajos, de forma que el piloto pueda ir reduciendo su tremendo efecto suelo para no desgastar los neumáticos en un abrir y cerrar de ojos.
Además de ello en su trasera, rugiendo de forma espeluznante, un motor V12 híbrido de 6,5 litros con 1.155 CV desarrollado por Cosworth promete un paso de 0 a 100 en 2,5 segundos y una velocidad máxima de 400 km/h… ‘Casi nada’.
Tiempos de Fórmula 1
Combinando todo ello con un peso reducido hasta la extenuación (dicen que el logo de su frontal pesa menos de un gramo) que se ha quedado en 1.270 kg, ya anunciaron sus responsables que sería capaz de conseguir los tiempos por vuelta de un Fórmula 1 de mitad de la parrilla.
Pero Fernando Alonso es capaz de sacar ‘petróleo’ de cualquier coche y es probable que aún mejorara esa posición. De momento, lo que ha hecho después de que le hayamos visto conducir su coche por Mónaco es mostrarnos cómo lo conduce en circuito. Por fin, porque aunque lleve matrícula (en su caso con el número 14 del Principado de Mónaco) las pistas deberían ser por concepto su hábitat natural.
En el vídeo, con cámaras on board, se ve al asturiano sin casco ni mono ignífugo rodando en el circuito aragonés de Motorland con el estratosférico deportivo híbrido. Lo hace con aparente calma, sin ‘discutir’ con el volante, mientras la grabación a vista de dron muestra cómo busca la mejor trazada y deja constancia en nuestro oídos de cómo aúlla el V12 a la salida de las curvas.
Desconocemos lo que habrá pagado Alonso por su Valkyrie, pero esta obra cumbre del automovilismo, que requiere 2.000 horas de trabajo para ser fabricada a mano, tiene un precio de 2,5 millones de euros antes de impuestos y solo van a fabricarse 150 unidades. Y la que disfruta el piloto español es bien reconocible, ya que cuenta con bordados con su apellido en los reposacabezas o placas con su firma en los umbrales de las puertas, entre otras peticiones.