Max Verstappen volvió a brillar el sábado en México para poner a Red Bull en la primera fila, pero Sergio Pérez vivió una pesadilla en la clasificación El mexicano se quejó de los frenos, pero en el paddock se cree que el equipo también se ha rendido.

Sergio Pérez, Red Bull Racing

Más allá de los números del campeonato, Max Verstappen está conduciendo como un campeón del mundo. No todo se debe a él que el número 1 de Red Bull saldrá desde la primera fila en el Gran Premio de México, pero nadie puede negar el gran valor que Verstappen está aportando al equipo.

El fin de semana mexicano de Verstappen comenzó cuesta arriba, con apenas un puñado de vueltas completadas el viernes (debido a un problema en la unidad de potencia que lo mantuvo en boxes en la FP2) y tantas dudas sobre cuál sería el potencial del monoplaza.

El cuarto puesto en la tercera práctica, a medio segundo del tándem de McLaren, presagiaba un sábado difícil. Luego llegó la clasificación: tercero en la Q1, segundo en la Q2 y, sobre todo, en la Q3, es decir, la primera fila, por delante de su rival por el título Lando Norris.

“Es un resultado increíble para nosotros”, explicó Verstappen. “Empezamos el sábado sin ninguna información y la FP3 fue crucial. Intenté dar tantas vueltas como pude, pero el coche no estaba ciertamente en su mejor momento”.

Como viene siendo habitual desde hace algunos fines de semana, los ingenieros de Red Bull tuvieron que meter mano de forma significativa en la puesta a punto del coche entre la sesión de FP3 y la clasificación, y esta vez los cambios funcionaron. Además, la temperatura del aire y del asfalto entre la FP3 y la sesión de clasificación aumentó en 13 grados, un cambio en las condiciones que funcionó mejor para Red Bull.

“Ha ido bien”, confirmó el líder del campeonato de pilotos. “Todo empezó a estar más en línea con las expectativas, pero desde luego no esperaba la primera fila. Mantuvimos la calma y nos limitamos a mirar los datos, tratando de entender lo que no funcionaba en el coche”.

Helmut Marko, asesor deportivo de Red Bull, calificó la última vuelta de Verstappen como una ‘vuelta mágica’.

“Después de que al final de la primera salida en la Q3 su tiempo fuera eliminado (por límite de pista en la curva 2), Max mantuvo los nervios e hizo un uso perfecto del último juego de blandos. Qué puedo decir… ha hecho una gran clasificación, pero ya no me sorprende. Me gustaría destacar el trabajo realizado por los ingenieros -nuestro coche tiene un rango de funcionamiento muy ajustado- y esta vez todo ha ido en la dirección correcta”.

El tiempo corre muy deprisa. Hace seis meses un segundo lugar en clasificación se habría considerado un paso en falso para Red Bull, mientras que ayer en Ciudad de México todo el box se dio el clásico ‘choca esos cinco’ con grandes sonrisas”.

Max Verstappen, Red Bull Racing RB20

Max Verstappen, Red Bull Racing RB20

Foto por: Andy Hone / Motorsport Images

“En carrera no espero milagros”, concluyó Verstappen, “ya vimos en Austin lo rápido que fue Ferrari, McLaren en carrera siempre es competitivo, ya veremos”.

El objetivo ahora es correr a la defensiva y mantener a Norris a raya con la vista puesta en la clasificación general. Si Verstappen consigue salir de México con cincuenta puntos de ventaja sobre Norris (esa es la puntuación de dos carreras con cuatro fines de semana aún por delante) puede considerarse feliz.