En el Gran Premio de Gran Bretaña, el piloto español dejó entrever una preocupación por la falta de respuesta a corto plazo de la escudería
El piloto de Aston Martin Fernando Alonso (REUTERS/Mathieu Belanger)
El ambiente en Aston Martin atraviesa una fase de tensión y de expectativas contrapuestas, acentuadas por las recientes declaraciones de Fernando Alonso. En el Gran Premio de Gran Bretaña, el piloto español, conocido por su franqueza, dejó entrever una preocupación por la falta de respuesta a corto plazo de la escudería y, en particular, por la implicación de Adrian Newey, figura central en la ingeniería de Fórmula 1.
Alonso, dos veces campeón mundial y una de las referencias del paddock, afrontó ante la prensa las dudas que surgen en torno al rendimiento de un equipo que no ha conseguido consolidarse en la zona delantera del campeonato. El AMR25, monoplaza que compite esta temporada, ha estado lejos de las expectativas iniciales pese a las recientes mejoras técnicas. En esa coyuntura, el español centró parte de su análisis en el rol desempeñado hasta ahora por Newey, cuya incorporación fue celebrada como un hito para el futuro del equipo.
Sobre la implicación de la figura más relevante de la ingeniería en la Fórmula 1, Alonso admitió que, si bien la motivación de Newey se percibe en el ambiente, el trabajo cotidiano e inmediato no refleja grandes avances para el coche actual. “Sí, está trabajando, está implicado, está muy motivado, pero si es cierto que el coche de este año, la verdad es que no parece que le interese, ¿no?”, dijo el piloto asturiano. Alonso detalló la dinámica interna cuando surgen dudas técnicas sobre el desempeño del vehículo. Relató que ante las consultas sobre posibles mejoras o ajustes para la temporada en curso, Newey evita involucrarse en esas áreas y prefiere prestar atención a proyectos de mayor horizonte. “Siempre que le hacemos alguna pregunta de este año o de cómo mejorar algo, coge y se va a otra oficina. Así que está ya con el modo 2026″, expresó Alonso con cierta ironía y una sonrisa incómoda.
Fernando Alonso y Adrian Newey (Reuters/Andrew Boyers)
Esta percepción refuerza la sensación de que los esfuerzos del equipo británico en la temporada presente pasan a un segundo plano ante el trabajo que se desarrolla ya pensando en el cambio reglamentario de 2026. Fue precisamente este contexto el que impulsó a Aston Martin a incorporar a Adrian Newey como Socio Técnico Director, posición desde la que lidera el desarrollo del monoplaza para la futura era de la Fórmula 1.
La llegada de Newey a Aston Martin
El fichaje de Newey motivó un clima de entusiasmo apenas desembarcó en la fábrica de Silverstone, pero la expectativa de una mejora inmediata del AMR25 ha chocado con la realidad. El monoplaza, que este año no ha logrado mejorar su rendimiento de forma consistente, permanece lejos de la pelea por los podios. Pese a la inversión en infraestructura técnica y la llegada de figuras clave, el presente sigue pesando en la evaluación de los resultados. Andy Cowell, CEO de la escudería y otro de los recientes refuerzos, defendió la visión estratégica a largo plazo, poniendo el foco en el aporte de Newey en el diseño global del próximo monoplaza. Cowell describió a Newey como una mente “multidisciplinar” y destacó su capacidad para abordar todos los componentes del vehículo. Según el directivo, el ingeniero se ha involucrado en cada detalle del coche para 2026, desde el planteamiento de la suspensión hasta el diseño del monocasco y la integración del motor.
El proyecto global de Aston Martin, impulsado por Lawrence Stroll, ha sumado recursos en todas las áreas, incluyendo simuladores de última generación y mejoras en los métodos de desarrollo. La nueva estructura técnica busca transformar el equipo en una potencia futura, pero la estrategia de priorizar el reglamento de 2026 genera fricciones con las demandas inmediatas de pilotos como Alonso. La realidad de la pista, sin embargo, no espera. Los resultados de esta temporada no consiguen colmar las expectativas en la parrilla y la distancia con el grupo de punta sigue presente en cada carrera. Para Alonso, con su carácter competitivo y su larga trayectoria, la necesidad de obtener mejoras ya es irrenunciable. La apuesta exclusiva al largo plazo pone a prueba el equilibrio entre la visión estratégica del equipo y el deseo de protagonismo inmediato en el campeonato.