El madrileño nunca ha estado en una fase final de este Grand Slam

Landaluce, en el momento del resto.
El cielo londinense amenaza con las habituales nubes de junio, pero para un joven madrileño el horizonte no puede estar más despejado. Martín Landaluce, con tan solo 19 años, está a un solo paso de lograr algo que podría marcar un antes y un después en su aún incipiente carrera: entrar por primera vez en el cuadro principal de Wimbledon, el torneo más legendario del tenis mundial.
Este jueves, en la última ronda de la fase previa, se enfrentará al australiano Alex Bolt, un veterano curtido en estas batallas. Pero esta ronda tiene una peculiaridad especial. A diferencia de las dos anteriores, se juega al mejor de cinco sets. Un formato que recuerda lo exigente que es este escenario, incluso antes de que empiece el cuadro principal.

Martín Landaluce, en una imagen de archivo.
De promesa a realidad
Martín Landaluce no es un desconocido para quienes siguen el tenis base con atención. En 2022, con apenas 16 años, llegó a las semifinales de Wimbledon Junior, dejando claro que la hierba no le asustaba. Desde entonces, su crecimiento ha sido constante, pausado, pero firme, y su madurez en pista sorprende tanto como su revés paralelo.
Ahora, en 2025, ya ha saboreado lo que significa jugar un Grand Slam de mayores. Debutó en el cuadro principal del Abierto de Australia. Pero Wimbledon tiene un sabor distinto, y para alguien que ya rozó la copa en categoría júnior, volver como profesional y ganarse el puesto partido a partido tiene un valor especial.
Una gira de hierba prometedora
Landaluce ha llegado a esta fase previa tras una notable gira sobre hierba en el circuito Challenger. Ha demostrado solidez y adaptación a una superficie traicionera, que exige reflejos, agresividad y lectura rápida del juego. Sus movimientos fluidos, su saque en progreso y su capacidad para encontrar ángulos complicados han sido clave.

Martín Landaluce pega de derecha.
En la fase previa, su camino no ha sido fácil. En primera ronda venció al italiano Francesco Passaro en tres sets, algo que repitió ante el británico Ryan Peniston, también en tres mangas. En ambos partidos, el madrileño ha mostrado una madurez táctica impropia de su edad.
El duelo decisivo ante Bolt
Ahora le espera Alex Bolt, un rival muy distinto. El australiano, de 32 años, ha sido habitual en fases previas y cuadros principales de Grand Slams. Su juego, basado en un saque potente y una derecha que busca dictar el ritmo, se adapta bien a la hierba. Pero también es irregular, y si Landaluce logra imponer su ritmo desde el fondo y mantener la calma en los momentos delicados, tendrá muchas opciones.
La exigencia física de los cinco sets será una prueba para el español, que nunca ha jugado un partido tan largo en esta superficie. Sin embargo, sus recientes actuaciones y su buena preparación física invitan al optimismo.