Greta, tras muchos años de sacrificios y esfuerzo por criar a sus hijos, finalmente asegura que ha hecho todo lo posible como madre. Ahora, afirma que se dedicará a perseguir su propia felicidad. Esta decisión marca un cambio radical en su vida, ya que decide dejar atrás su papel de madre abnegada y empezar a vivir para sí misma. Greta siente que ha cumplido con su deber y que es hora de buscar la libertad y el bienestar personal que tanto ha anhelado.

Mientras tanto, Fátima descubre algo perturbador: Greta podría haber causado indirectamente la muerte de Gonzalo. Se sospecha que una fuerte discusión o conflicto entre ellos provocó una situación tan estresante que Gonzalo murió como consecuencia de un disgusto. Este hallazgo plantea dudas sobre la verdadera moralidad y carácter de Greta, y saca a la luz un lado oscuro en su historia que podría cambiar la forma en que los demás la perciben.

Por su parte, Pablo, al ser desheredado, enfrenta una realidad dura. Privado del apoyo financiero de su familia, se ve obligado a buscar la manera de sobrevivir por su cuenta. La pérdida de la herencia no solo significa un golpe económico, sino también la ruptura del lazo familiar, lo que lo obliga a encontrar su propio camino y a crecer como individuo, enfrentando los desafíos de la vida sin la red de seguridad a la que estaba acostumbrado.