Tino, decidido a ayudar a Clara Luz y a Rudolf en la búsqueda de Pipe, se involucra más profundamente en el caso. Mientras investiga pistas y conecta detalles, Tino sigue un rastro que lo lleva a desentrañar una verdad inesperada. En el proceso, descubre que Guzmán, alguien en quien él había confiado parcialmente, fue quien saboteó deliberadamente la presentación de su proyecto Maximax.
La revelación lo deja atónito, pues Maximax representaba no solo un logro profesional importante, sino también una oportunidad para demostrar su valía y capacidad. Ahora, con esta nueva información, Tino enfrenta un dilema: ¿debería confrontar a Guzmán de inmediato o usar esta evidencia como parte de una estrategia más amplia para desmantelar sus planes? Además, esta traición lo hace cuestionar las verdaderas intenciones de Guzmán en todo el drama que rodea a Pipe, sospechando que podría estar más involucrado de lo que aparenta. La situación pone a Tino en una encrucijada emocional, pero también le da la determinación de proteger a quienes le importan y asegurarse de que la verdad salga a la luz.