Alejandro se niega a entregarle a Arturo los documentos de Playa dorada, él lo agrede y le asegura que no es ningún asesino ya que quería a Juan Pablo como un hijo y reitera que la verdadera culpable es Lorena.

Alejandro se opone firmemente a entregarle a Arturo los documentos relacionados con Playa Dorada. En medio de la confrontación, Arturo lo agrede verbalmente, y Alejandro, en respuesta, defiende su inocencia, afirmando que no es un asesino. Aclara que quería a Juan Pablo como a un hijo, y recalca que la verdadera culpable de la situación es Lorena. Esta tensión revela los conflictos y las emociones intensas entre los personajes, así como la búsqueda de la verdad en medio de las acusaciones.