En Interlagos protagonizó la mejor actuación de la temporada, pero recuerda que todo empezó mal
Verstappen, de la ira a la gloria en Brasil
Una temporada más, Max Verstappen ha sido claro protagonista del Mundial de F1. El neerlandés ha conseguido su cuarto título consecutivo este 2024, y a pesar de que no ha podido disfrutar la ventaja de otras veces, ha seguido brillando con actuaciones al alcance de muy pocos. Una de estas victorias que saben a título fue la de Brasil, donde el ‘1’ asombró a todo el mundo con una conducción inmejorable bajo la lluvia.
Tras aquella cita, el de Red Bull se ha resistido en varias ocasiones a confirmar que esta había sido su mejor prueba de todas las que ha completado en su andadura en el Gran Circo. Sea o no sea la mejor, entra en el debate sin lugar a dudas, y además le añade más valor si recordamos que esta bonita historia empezó de la peor manera posible. Un mes después de la prueba en Sao Paulo, el neerlandés se acuerda con cariño de aquel día y ha desvelado todo lo que vivió en esas 24 horas tan frenéticas que acabaron de la mejor forma posible.
La locura en Brasil
El fin de semana empezó con un cuarto puesto para el campeón en la sprint, pero luego en la clasificación, que se retrasó al mismo día de la carrera, todo se torció para los de Milton Keynes. Una caída en Q2 dejó a Max en la duodécima posición, que se iba a retrasar hasta la decimoséptima con una sanción. El piloto ha desvelado la frustración que había en el garaje tras la sesión: “Veía muchas caras tristes porque empezábamos 17º, con nuestro principal rival en la pole position, y podía ser un momento clave en esa parte del campeonato”.
Más allá de la pena en sus compañeros de equipo, Verstappen también dejó ver su frustración por la radio. Una vez se bajó del monoplaza, su enfado no se redujo: “Pasaron muchas cosas por mi mente, porque estaba muy decepcionado por la clasificación, quería destrozar mi habitación. Llegué, y mi padre estaba allí sentado, y estaba calmado, es muy tranquilo, yo estaba muy enfadado y él estaba muy tranquilo”. Por como acabó todo parece que este enfado lo transformó en motivación.
La lluvia fue protagonista sobre el asfalto brasileño, y ante estas condiciones que algunos pueden considerar adversas, el ‘1’ dio un golpe en la mesa y sacó su mejor versión. “No puede saber lo que pasará en ese tipo de condiciones, porque puedes salirte del circuito o trompear, pero tan pronto como empezó la carrera, fue bien. Disfruté mucho, me sentí bien con el coche, y, paso a paso, pilotando hasta el frente”, recuerda Max con una sonrisa de oreja a oreja. Y es que el título lo cerró en Las Vegas, pero su actuación en Interlagos quedará para la historia. Pasó de estar furioso y contra las cuerdas, a estar eufórico y con un triunfo saliendo desde prácticamente el fondo de la parrilla.
