Diseñó y confeccionó un vestido en tweed negro, inspirado en la dualidad entre lo masculino y lo femenino, que llevaba la sastrería a la Alta Costura

En el gran duelo final, Ana y Ángel confeccionaron y diseñaron dos propuestas distintas y arriesgadas para una alfombra roj

Ana, con su trofeo de ganadora de 'Maestros de la costura' 6

‘Maestros de la Costura 6’ puso ayer el broche final a su edición, al coronar a Ana como ganadora en un reñido duelo contra a su compañero Ángel. Fue una final muy emocionante, pero los jueces se decantaron por la propuesta de la aprendiz por la elegancia, el riesgo, la evolución y la sofisticación de su vestido.

Ana levantó el maniquí de oro de ‘Maestros de la Costura 6’ ante una media de 704.000 espectadores y un 9,5% de cuota de pantalla. Más de 2,9 millones de personas vieron algún momento de la gran final de anoche.

Entrega del premio de 'Maestros de la costura 6'

Emocionante entrega del premio, ayer en la final

Ana se proclama ganadora

Ana, de 23 años, es de Barcelona y fue la última en llegar al taller. Programa a programa, ha salido de su zona de confort y conquistado al jurado, siendo fiel a su estilo. Es trabajadora, metódica y perfeccionista. Aunque es ingeniera de diseño industrial, ha encontrado en la moda la manera de expresar su creatividad. Su sueño es viajar por el mundo en su moto y vestida con ropa de su propia marca.

En el duelo final, Ana y Ángel confeccionaron y diseñaron dos propuestas distintas y arriesgadas para una alfombra roja. “Os hemos visto aprender y esforzaros cada día y en cada prueba, y, hoy, habéis llegado a la cumbre. En esta final tan igualada hacéis que nos sintamos muy orgullosos”, dijo un emocionado Lorenzo Caprile. “Con esas ganas y con esa capacidad de trabajo, estáis más que preparados para empezar la aventura que os va a ofrecer la vida con muchísimas garantías de éxito. Tenéis talento para desarrollar una larga carrera en el mundo de la moda”, auguraron Alejandro Palomo y María Escoté. Al jurado le costó mucho escoger, pero la elegancia, el riesgo, la evolución y la sofisticación de la propuesta de Ana, que llevaba la sastrería a la Alta Costura, hicieron que se decantaran por ella.

Ana ganadora 'Maestros de la costura'


Ana, luchando por el premio, ayer en la final

El vestido de Ana, confeccionado en un lujoso tweed negro con sutiles brillos metalizados, es una fusión única de elegancia y audacia. Inspirado en la dualidad entre lo masculino y lo femenino, presenta una silueta que destila poder y empoderamiento. Los hombros marcados añaden un toque de glamour, mientras que el tejido tweed aporta una sensación de sofisticación atemporal. El elemento de corsetería en la cintura, delicadamente elaborado en guipur, ofrece un contraste cautivador que realza la feminidad con una sensualidad sutil. Por su parte, la cremallera gruesa y visible en la espalda, además de agregar un toque de rebeldía, evoca la esencia rockera y motera de Ana. “Es toda una declaración de estilo, poderoso y distinguido, perfecto para una mujer que aspira a destacar con confianza y elegancia”, asegura la propia diseñadora.

“No estamos tan acostumbrados a ver una propuesta de alfombra roja basada en la sastrería. Tiene un tinte de modernidad que a las mujeres nos empodera y recoge lo mejor de lo masculino y de lo femenino”, defendió la invitada Inma Jiménez, directora de Harper’s Bazaar y directora creativa de Hearst España. “Hoy no es que hayas salido de tu zona de confort, es que, directamente, la has hecho desaparecer. Lo mejor es que, en este proceso, no has perdido un poquito de tu personalidad. Todo lo contrario. Tu estilo sale muy reforzado después de este ejercicio impecable y precioso de diseño y de confección”, sentenció Alejandro G. Palomo.

Ana disfrutará de una formación especializada en Diseño de Moda en el Centro Superior de Moda de Madrid, de la Universidad Politécnica de Madrid. Además, por ser la ganadora, ha recibido un premio en metálico de 50.000 euros y el maniquí de oro del programa. El segundo clasificado, Ángel, realizará un curso para obtener el Diploma Vogue de Estilismo y Producción de moda, impartido por Condé Nast College Spain, en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid.

Ana y Ángel, ayer en la final
Ana y Ángel, ayer en la final

Ángel sorprendió con un diseño espectacular y una importante historia

Ángel, sevillano de 33 años, creció entre tejidos e hilos con las enseñanzas de su madre y su abuela. La costura comenzó siendo para él la válvula de escape a muchos problemas y ahora es su gran pasión, aunque en el taller en el que trabaja tenga que realizar labores de administración, muy a su pesar. Es un trabajador incansable y el aprendiz más solicitado por sus compañeros. Durante seis años intentó entrar en ‘Maestros de la Costura’ y en esta edición se ha convertido en finalista. “Hoy has cosido con el corazón, con el alma en la mano. Transmites, sobre todo, un mensaje de esperanza y de superación. Se lo prometiste a tu abuela y te aseguro que hoy va a estar muy orgullosa de ti, como lo estamos nosotros”, le felicitaron los jueces.

Su propuesta recoge todo lo malo que le ocurrió en el pasado y, con ello, crea algo hermoso. Se ha basado en “ese niño que se acostaba muchísimas noches sintiéndose solo”, explicó Ángel, quien “fue creciendo con muchas inseguridades, miedos”, y la vida le fue dando reveses, hasta que, de adulto, le dio “el golpe más duro, que es que te diagnostiquen algo malo”. Ángel confeccionó un vestido rojo, porque es el color favorito de su madre, con capucha y una larga cola, que representa todo lo malo que le ha ocurrido en el pasado. Además, le añadió una abertura en la falda, para darle un punto sexy. Utilizó un mikado de seda natural para lograr esos grandes volúmenes. “Es impresionante todo lo que has llegado a hacer en tan poco tiempo. Es un vestido de una envergadura tremenda. Me encanta que haya toda esa historia detrás y que hable tan bien de ti. Es un trabajazo impresionante y nos dejas con la boca abierta. Haces que nuestro trabajo merezca la pena y que nos sintamos orgullosos de estar aquí”, le dijo Palomo.