En 2025, el sector público nacional ha de refinanciar vencimientos con el sector privado por importe de varios miles de millones de dólares y hacerlo a tipos de interés del 30% habría sido lo mismo que declarar la bancarrota

Argentina.- Milei afirma que está corrigiendo el orden macroeconómico "cueste lo que cueste" para vivir sin inflación
Argentina.- Milei afirma que está corrigiendo el orden macroeconómico “cueste lo que cueste” para vivir sin inflaciónEuropa Press

El riesgo país de Argentina es nuestra prima de riesgo: la diferencia entre el tipo de interés que paga el bono argentino en dólares a diez años y el bono estadounidense a diez años. Se trata, pues, de una medida de la solvencia relativa del Estado argentino: cuanto más alto sea el riesgo país, menos probable se estima el repago de los bonos; cuanto más bajo sea el riesgo país, más probable.

En octubre de 2023, antes de que Milei ganara las elecciones presidenciales, el riesgo país de Argentina superaba los 2.600 puntos básicos. Es decir, que si el bono estadounidense a 10 años abonaba un interés del 4% anual, el bono argentino pagaba el 30%. Huelga decir que semejantes porcentajes colocaban a la Argentina en una situación de absoluta insostenibilidad financiera.

En 2025, el sector público nacional ha de refinanciar vencimientos con el sector privado por importe de varios miles de millones de dólares y, como es obvio, refinanciar tales sumas a tipos de interés del 30% habría sido lo mismo que declarar la bancarrota: ningún Estado puede refinanciar masas voluminosas de su deuda pública a costes financieros tan explosivos sin recurrir a una inflación galopante (que diluya la deuda) o sin imponer quitas a sus acreedores.

Por consiguiente, antes de la victoria de Milei, Argentina estaba abocada al desastre financiero más absoluto (como ya se manifestaba, también, en sus altísimas tasas de inflación). Con la victoria de Milei, sin embargo, el riesgo país bajó bruscamente: desde 2.600 puntos básicos al entorno de 1.500.

Un síntoma claro de confianza de los mercados en las promesas del nuevo gobierno pero que, en cualquier caso, resultaba insuficiente: un coste de la deuda pública del 19-20% sigue siendo inmanejable. Si Milei quería evitar la quiebra de Argentina (o la hiperinflación) necesitaba reducir el riesgo país mucho más, por debajo de los 800 puntos básicos e idealmente de los 700.

Pues bien, durante los últimos días, y conforme el plan macroeconómico del libertario se ha ido asentando (en esencia, el superávit presupuestario), el riesgo país se ha desplomado hasta rozar los 900 puntos básicos. Todavía les falta, pero ya están mucho más cerca.