“Martha, con el rostro lleno de remordimiento, se acerca a Patricio y le pide perdón con voz temblorosa por haberlo forzado a desatender sus responsabilidades como comandante. Le expresa su profunda gratitud por haber permitido que Frida, en sus últimos días, pudiera vivir con la dignidad que tanto merecía. Mientras habla, Patricio la escucha en silencio, su expresión seria pero contenida. Al final, con una mezcla de firmeza y tristeza, le pide que no lo busque de nuevo, dejando claro que su relación ha llegado a un punto sin retorno.”