Eduarda descubre que Amelia ha decidido mudarse lejos de La Fortuna, la hacienda donde crecieron, y confronta a su prima con una advertencia firme: no le será tan fácil cortar los lazos que las unen. Con un tono desafiante, le recuerda que hay secretos entre ellas que nunca se podrán enterrar. Mientras tanto, Felipe se ve obligado a huir de Tierra de Agua para escapar de sus antiguos compañeros, quienes lo han amenazado tras descubrir su traición. Entre tanto, Rodrigo, destrozado por la decisión de Amelia de alejarse, intenta aceptar que la ha perdido para siempre, aunque su corazón se niega a olvidarla.