En un mundo donde la fama y el éxito muchas veces van acompañados de indiferencia, el rapero mexicano Santa Fe Klan ha demostrado que el corazón puede pesar más que el dinero. Recientemente, el artista fue cuestionado sobre su generosidad y la razón por la que constantemente apoya a quienes más lo necesitan. Su respuesta, sencilla pero poderosa, conmovió a miles:

“Porque a mí me hubiera gustado que alguien me alivianara cuando no tenía ni para comer.”

Con la voz entrecortada y la mirada cargada de recuerdos, Ángel Quezada —nombre real del rapero— compartió una escena de su infancia que marcó su vida para siempre: su madre, en plena necesidad, le pedía a las vecinas 20 pesos para poder comprar tortillas y comer, aunque fuera solo con sal.

“Todavía me acuerdo cuando los únicos $100 que tenía mi jefa me los dio para que fuera a un evento a cantar”, dijo. “Me los aventó, y la entiendo… era lo único que había para comer.” Lo que ni él ni su madre sabían en ese momento, era que aquel pequeño acto de fe sería el primer paso hacia una vida transformada, no solo para él, sino para todos los que lo rodean. “Ahora no le falta el plato de comida en su mesa”, agregó, con orgullo.

Para Santa Fe Klan, ayudar a los demás no es una estrategia de imagen ni una obligación social. Es una deuda del alma.

“Cuando me toque irme, toda la feria no me la voy a llevar. Prefiero compartir con la gente para que por lo menos se avienten una comida”, afirmó.

Su ayuda va más allá del pan sobre la mesa. El rapero también ha contribuido a costear tratamientos médicos de personas que no pueden pagarlos. Lo hace, dice, porque sabe que la vida da vueltas y que, cuando él ya no tenga, “habrá mucha raza que me invite aunque sea un plato de frijoles”.

En tiempos donde la empatía parece escasa, Santa Fe Klan recuerda con sus acciones que el verdadero éxito se mide no por lo que tienes, sino por lo que das. Y en su caso, da de corazón, con la memoria viva de aquel niño que solo quería comer con su mamá… aunque fuera con sal.