Golpeado anímicamente, señalado por la prensa, atacado por cierto sector de aficionados y en un tremendo bache. El 2024 no ha sido benévolo, pero así es como llegará Sergio Pérez a su carrera

Checo Pérez, en el circuito Hermanos Rodríguez de México.RED BULL

Desde hace muchos años no se veía a un Checo caído, y tendríamos que remontarnos a 2013 cuando le tocó la mala suerte de correr para uno de los peores McLaren en la historia. Ahora, vive otro de los momentos más duros en su trayectoria en F1 con la debacle que ha sufrido con Red Bull: 14 carreras consecutivas sin subirse al podio, y teniendo su mejor actuación el 4º puesto en Miami, resultados que lo han hundido en el campeonato de pilotos al 8vo puesto, y ser el único representante de los llamados equipos ‘Top 4’ en no ganar este 2024.

Pero se le viene una nueva revancha y arropado por su gente: el GP de México. La llamada ‘F1ESTA’ que se monta en el Autódromo Hermanos Rodríguez es una auténtica locura en apoyo para el piloto local sin importar si es Force India, Racing Point o Red Bull. Los aficionados no ven los colores de la escudería, siempre se vuelcan para alentar a su hijo pródigo.

Un imán de dinero en México y Estados Unidos

La Fórmula 1 no sería la misma sin el tapatío, y la realidad es una a pesar de las múltiples críticas. Urge que recupere su mejor nivel. A Red Bull ni a la F1 le conviene desprenderse de un piloto que le genera millones de dólares, y no sólo en México, también en un mercado muy importante como es Estados Unidos.

El tapatío es uno de los pilares fundamentales en el proyecto de Fórmula 1, y eso queda demostrado con el GP de México. Un país donde el 35% de la población vive en pobreza, pero que no tiene reparo en gastarse su dinero en uno de los eventos que cuenta con los boletos más caros de la temporada; sólo superado por Las Vegas y Miami.

La presencia de Checo Pérez en la Fórmula 1 ha tenido efectos económicos tangibles para México y se ha convertido en un evento emblemático que atrae a miles de turistas internacionales cada año, generando ingresos significativos en términos de hospedaje, gastronomía y comercio local.

La participación de un piloto mexicano en esta competición, especialmente en un equipo del nivel de Red Bull, ha hecho que el interés por el automovilismo crezca exponencialmente en el país. Este fenómeno ha llevado a un aumento en las inversiones en infraestructura y en el desarrollo de nuevos talentos en el automovilismo. Tanto así, que la F1 no quita su mirada en el GP de la Ciudad de México, y se espera pronto una extensión de contrato más allá de 2025.

¿El adiós de Sergio Pérez en México?

Este año las expectativas no son altas para Checo, por lo menos, en el papel. Pero como dice: “Never Give Up”, así que no es momento para rendirse, y es una oportunidad de oro para callar a sus críticos y revivir como el Ave Fénix.

Aunado a que se viene una revancha después de lo ocurrido en 2023, cuando se impactó en la Curva 1 del Autódromo Hermanos Rodríguez con Charles Leclerc, que le obligó a retirarse. Cuando más presión hay, es cuando mejor responde el tapatío, y a esto se encomendará el fin de semana.

No cabe duda de que Sergio Pérez ha transformado la imagen del automovilismo en México, convirtiéndose en un símbolo de esfuerzo y dedicación. Sin embargo, aún hay facturas por pagar. La demanda de mejores resultados en casa es una realidad que no puede ser ignorada; el peso de la historia y la ambición de los aficionados son factores que presionan tanto al piloto como a la organización del evento.

La perspectiva económica que ofrece Checo para Red Bull y para el Gran Premio de México es innegable. Pero este futuro brillante depende en gran parte de su capacidad para revertir las críticas y entregar un espectáculo digno de su talento. Si logra superar estos retos, no solo consolidará su legado en F1, sino que revitalizará su vínculo con una afición que sigue creyendo en él como el embajador del automovilismo.

¿Una relación rota de México con F1? El desafío para 2024 será monumental: Checo no solo competirá por puntos, sino por recuperar el orgullo de un país que espera ver en él no solo al piloto de Fórmula 1, sino a ver brillar a su héroe local.