Verónica pide que todos los presentes le dediquen unas palabras a Juan Pablo, pero cuando es el turno de Arturo Márquez ella toma la palabra y revela la enemistad que existía entre ellos dos.

Verónica, en un intento por celebrar a Juan Pablo, solicita a todos los presentes que le dediquen unas palabras en su honor. Cuando llega el turno de Arturo Márquez, la atmósfera se vuelve tensa. En lugar de lo esperado, Arturo toma la palabra y, para sorpresa de todos, revela la enemistad que existía entre él y Juan Pablo. Sus palabras sacan a la luz rencores y resentimientos que habían estado ocultos, generando un momento incómodo y revelador en la reunión. La situación se complica, ya que los asistentes deben enfrentar la realidad de la relación entre ambos y sus propias reacciones ante la inesperada revelación.