César Évora Díaz, nacido el 4 de noviembre de 1959 en La Habana, es uno de los actores más reconocidos de México, aunque inició su carrera en la Isla. Inicialmente interesado en la geofísica, su vida dio un giro cuando decidió asistir al casting de una película y consiguió el papel, lo que lo llevó a dedicarse por completo al mundo de la actuación.

Tras filmar telenovelas y películas en Cuba, Évora hizo todo lo posible para mudarse a México. En 1993, recibió una invitación para participar en el proyecto Corazón salvaje, pero los problemas para obtener su visa retrasaron su contratación. Finalmente, llegó a México con apenas un maletín y 40 dólares, sin saber qué le depararía el futuro.

El actor logró llamar la atención de Emilio Azcárraga, dueño de la cadena Televisa, y consiguió un contrato y exclusividad con la empresa. Desde entonces, ha protagonizado telenovelas icónicas como Cañaveral de pasiones, El manantial, Abrázame muy fuerte, El privilegio de amar La madrastra, compartiendo escenas con grandes figuras de la televisión mexicana como Daniela Romo, Adela Noriega, Victoria Ruffo y Fernando Colunga.

Una de las características distintivas de César Évora es su inconfundible voz, la cual heredó de su padre. A pesar de recibir propuestas para incursionar en la radio y la música, Évora decidió enfocarse en su carrera actoral, de acuerdo con medios mexicanos.

Recientemente, ha participado en telenovelas como ¿Qué le pasa a mi familia? S.O.S. me estoy enamorando, así como en la serie El último rey. En 2023, será parte del elenco de Perdona nuestros pecados.

César Évora, que ha vivido 30 años en el país azteca, se nacionalizó mexicano en 1999. Con una trayectoria sólida en el mundo de las telenovelas, se ha convertido en uno de los actores más queridos y respetados de México.

En una reciente entrevista, el actor habló sobre su infancia en Cuba y recordó el momento en que decidió marcharse definitivamente de la Isla. “Yo crezco como cualquier niño puede crecer en Cuba, en las circunstancias de la realidad cubana. Había limitaciones y creo que era para todos y vivíamos con lo que teníamos”, dijo. “Tuve una buena educación, era una época en que los maestros trabajaban por vocación”, aseguró sobre sus clases de actuación.