Tras las graves acusaciones de David Broncano anoche en La Revuelta en las que denunció “las presiones” de Pablo Motos para que el programa de La 1 se quedase sin invitado hay una intrahistoria, una consecución de los hechos y una realidad: La Revuelta puede emitir la entrevista a Jorge Martín a partir del 27 de noviembre, el mismo día que va a El Hormiguero

Pablo Motos y David Broncano, anoche en El Hormiguero y en La Revuelta.
Detrás de toda polémica en la que hay un enfrentamiento entre dos partes, siempre hay dos historias y dos versiones, la de uno y la del otro, y siempre una beneficia a uno y la otra, beneficia al otro. En la polémica de anoche entre La Revuelta y El Hormiguero sucede lo mismo. Ahí están las duras palabras de David Broncano en las que acusó a Pablo Motos de “presionar” y “amenazar” desde hace tiempo a los invitados para que no vayan a La Revuelta; y ahí está el breve comunicado de El Hormiguero minutos después dando su versión de lo ocurrido. Dos versiones de lo ocurrido, favoreciendo los intereses de cada uno, pero detrás de ellas siempre está la realidad, la intrahistoria, que, casualidades de la vida o no, favorece y desfavorece a ambas partes por igual porque no es la versión de uno u otro sino de los terceros.
En el caso de lo ocurrido anoche sí que hay una intrahistoria y una tercera versión que, aunque confirma muchas de las cosas que anoche ambos programas dijeron, también añade nuevos agentes que arrojan mucha más luz a la polémica.
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Anoche David Broncano decidió exponer su versión de lo que había ocurrido y de por qué no había entrevista, la cual fue sustituida por 20 minutos de imágenes de animales acompañadas de música. Según relató Broncano, “iba a venir Jorge Martín. De hecho, está aquí abajo, y, como un rato antes, nos han dicho que en El Hormiguero se habían enterado de que Jorge Martín venía primero aquí antes de ir la semana que viene a El Hormiguero. Y como no quieren que nadie vaya antes aquí que allí, han movido sus hilos. Ellos tienen formas de presionar en estas cosas, y nos ha dicho Jorge que no podía hacer el programa porque, si no, pasarían algunas cosas”.
Minutos después de terminar La Revuelta, y tras la que se había liado en las redes sociales y en los medios con las declaraciones de Broncano, respondía El Hormiguero con un breve tuit: “Ha sido un malentendido sin mayor importancia. Dos semanas antes de la final, habíamos acordado contar en exclusiva con Jorge Martín en nuestro programa. Hoy uno de sus representantes ha cometido un error al cambiar la visita que tenían programada con otro piloto. Tras lo sucedido, Dorna, empresa organizadora del Mundial de Motociclismo, contactó con los representantes para resolver la situación”.
Según ha podido saber EL MUNDO en exclusiva, efectívamente La Revuelta no pudo emitir la entrevista a Jorge Martín porque va a El Hormiguero la semana que viene, pero, primero, sí que se grabó la entrevista, sí que hubo llamada de El Hormiguero, pero también de otros, pero no para “amenazar”, como dijo Broncano, sino para decir al representante de Jorge Martín que existía “un acuerdo de exclusividad” -y no precisamente entre El Hormiguero y Jorge Martín– cerrado hace dos semanas -antes de que Jorge Martín se proclamase campeón de MotoGP- por un motivo: Dorna, la empresa organizadora del Mundial de Motociclismo, y Atresmedia tienen un acuerdo para la emisión de los Grandes Premios de Motociclismo y en ese acuerdo estaba cerrado que si Jorge Martín se proclamaba campeón su primera entrevista la daría en El Hormiguero.
Cronología de un escándalo
¿Qué pasó entonces? ¿Por qué si había un acuerdo cerrado hace dos semanas, Jorge Martín fue a La Revuelta? Esta es la cronología de un “escándalo” como lo calificaron muchos seguidores anoche en X. el resumen: “Alguien metió la pata”. Resulta que anoche el invitado de La Revuelta no era Jorge Martín sino Pedro Acosta, también piloto de MotoGP, y, aquí está la clave, cuyo representante es el mismo que el de Jorge Martín.
Según las explicaciones que han dado varias fuentes a este periódico conocedoras de lo sucedido, La Revuelta llamó este jueves al representante, Albert Valera, para proponerle cambiar la entrevista a Pedro Acosta por la entrevista a Jorge Martín. Y, “sin mala intención”, Valera les dice que sí. El problema vino cuando Jorge Martín publicó en su Instagram que iba anoche a La Revuelta. En ese momento El Hormiguero y Atresmedia se enteran y es ahí cuando se produce la llamada, primero, a Dorna y, después, al representante, pues no podía producirse esa entrevista habiendo un acuerdo previo entre Dorna y Atresmedia.
Sin embargo, aunque sí se produjo esa llamada, ésta se hizo después de que ya se hubiera grabado la entrevista a Jorge Martín. Es decir, efectívamente, como explicó anoche Broncano, el programa se les cae media hora antes, porque es cuando el representante les informa de que no puede emitirse la entrevista, pero la entrevista ya se ha grabado. De hecho, se da la opción a La Revuelta de que a partir del miércoles 27 de noviembre, el mismo día que va a ir Jorge Martín a El Hormiguero, La Revuelta pueda emitir dicha entrevista. ¿Por qué a partir de ese día? Porque Jorge Martín ya habrá arrancado la entrevista en El Hormiguero, con lo que el acuerdo entre Dorna y Atresmedia se cumple.

Hugh Grant, anoche en El Hormiguero.
Por tanto, sí que hubo llamadas, pero no “amenazas”, según explican las fuentes con las que ha hablado este periódico. Dorna llamó, sí, y le dijo a La Revuelta que había sido un error, “pero lo vamos a solucionar”. El Hormiguero también llama al representante de Jorge Martín, “pero no llama a nadie para quitarle al programa, lo único que se transmite es que hay un acuerdo de exclusividad”.
El cabreo del equipo de La Revuelta
Obviamente el cabreo en el equipo de La Revuelta es monumental, pues habiendo cancelado la entrevista prevista a Pedro Acosta y sin poder emitir la de Jorge Martín, se quedaban sin invitado. Aun así, La Revuelta, que como todo programa grabado tiene lo que se suele llamar “nevera”, tenía la posibilidad de emitir algunos de estos programas. Sin embargo, la comprensible indignación llevó a que se tomara la decisión de relatar cómo lo habían vivido y cómo les había afectado a su trabajo y a la emisión del programa desatando un tsunami que no se veía en televisión desde hacía décadas.
De hecho, hay ejemplos que confirman esta cronología de los hechos. Desde que La Revuelta llegó a La 1 han sido muchos los invitados que entre chascarrillos han señalado que antes hay que ir a El Hormiguero. Sin embargo, hubo un programa que es la excepción que confirma la regla: el de Belén Esteban. El Hormiguero contactó con Belén Esteban semanas antes de que ella y María Patiño acudieran a La Revuelta. El que Belén Esteban fuera a El Hormiguero estaba cerrado para una fecha, pero La Patrona y la presentadora de Ni que fuéramos al recibir la llamada de La Revuelta decidieron acudir primero al programa de David Broncano. No pasó nada, no hubo presiones, porque si las hubiera habido Belén Esteban sin lugar a dudas las hubiera contado. Simplemente, El Hormiguero decidió retrasar la visita de Belén Esteban para que no estuviera tan próxima a la de La Revuelta. La entrevista no se canceló ni se vetó en ningún momento a Belén Esteban en El Hormiguero.
De lo que no hay duda es que El Hormiguero, obviamente, quiere que sus invitados estén primero en su programa. Algo que es habitual en la competencia entre cadenas. Sin embargo, y así lo han confirmado varias fuentes a este periódico, son muchas veces las productoras y representantes los que deciden que el personaje vaya primero a hacer promoción a El Hormiguero que a La Revuelta, en parte porque al programa de David Broncano no le importa que sus invitados hayan estado antes con Pablo Motos, cosa que en El Hormiguero no ocurre. Eso sí, según han explicado fuentes de RTVE, aunque a La Revuelta no le importa que sus invitados se sienten antes con Pablo Motos, no ocurre lo mismo cuando un personaje va antes al programa de Marc Giró, Late Xou, con el que, según se ha visto esta semana, tiene también sus más y sus menos.
Un hecho que demuestra que en las bambalinas de la televisión no es oro todo lo que reluce, pues todos buscan el mayor beneficio para sus respectivos programas y todos tienen sus rencillas, sus manías y sus exigencias. Esto ha ocurrido siempre, incluso con peores estrategias, pero de un tiempo a esta parte se había dejado de visibilizar.