El inglés desvela todo lo que se le pasó por la cabeza durante esa racha negativa sin victorias

Lewis Hamilton, piloto de Mercedes

Lewis Hamilton, piloto de MercedesMERCEDES

En la que es su última temporada en Mercedes, Lewis Hamilton ha conseguido volver a la senda de la victoria después de varias temporadas de sequía. El inglés es el sexto clasificado en la general, por delante de su compañero George Russell, y ha ganado un total de dos carreras esta temporada, la de Silverstone y la de Spa-Francorchamps. La primera de ellas ponía fin a una racha negativa, a la que el ’44’ no estaba acostumbrado. El británico ha contado todo lo que hubo detrás de estos 945 días sin subir al cajón más alto del podio.

Un piloto cada vez que sale a pista, el único deseo que tiene es ganar. Y en un competidor como Lewis, que sabe lo que es ganar todo, ese ansia de vencer nunca se va. Es por eso que todo este tiempo en el que había estado pilotando sin obtener recompensa, han sido horas y horas de trabajo interno para volver a lo más alto, algo que no ha sido nada fácil para él.

La fortaleza mental

Más allá del rendimiento en pista, los resultados van muy unidos a la salud mental de los pilotos. Al encadenar varias carreras malas, la mente empieza a afectar negativamente a las siguientes actuaciones de los competidores en pista. En este tiempo que el de Mercedes estuvo sin ganar, tuvo que lidiar mucho con sus pensamientos: “Ha sido una batalla mental. Mantenerse cuerdo, intentar aprender nuevas herramientas. En última instancia, siempre se trata de perseverancia y dedicación. El trabajo duro, al final, siempre da sus frutos”:

Lewis Hamilton, en su última temporada en Mercedes

Lewis Hamilton, en su última temporada en Mercedes

Finalmente el resultado llegó, y es ahí cuando el corredor empieza a dejar atrás esos ‘fantasmas’. “Se te cruzan por la cabeza muchos pensamientos. Poco a poco, empiezas a creer en algunos de ellos, y, finalmente, llegó el día en que pude destacarme y sobresalimos como equipo. Eso simplemente puso fin a todo eso, te ayuda a reconstruirte de nuevo”, confiesa el siete veces campeón del mundo.

Este proceso de trabajo mental, además de llevarle de vuelta a lo más alto del podio en su circuito de casa, ha sido importante para aprender nuevas lecciones de vida. A pesar de ser uno de los corredores más veteranos de la parrilla, sigue aprendiendo cosas nuevas cada día: “Aprendí que la vida se trata realmente de cuánto dolor puedes experimentar y seguir adelante. Cuánto puedes sufrir y seguir adelante, así es la vida. Lo importante no es cómo te caes, sino cómo te levantas”.

El gen ganador es algo que no se pierde, pero durante esta sequía, el 44 ha aprendido a dar más importancia su pareja en el box, para así beneficiar al equipo. “Aprendí a ser un mejor compañero de equipo en este período de tiempo, porque hemos tenido más tiempo para centrarnos en la comunicación”, comenta. De momento, seguirá aprendiendo al lado de Russell en los últimos seis Grandes Premios, pero para 2025 le tocará cambiar a Ferrari y tendrá a su lado a Charles Leclerc, en lo que será un nuevo reto en su brillante trayectoria.