El modelo es una inspiración para muchas mujeres que enfrentan dificultades de autoaceptación.

Fluvia Lacerda (Foto: Divulgación) — Foto: GlamourFluvia Lacerda (Foto: Divulgación) — Foto: Glamour

Fluvia Lacerda tiene 39 años y, desde los 33, se ha abierto camino en la moda como modelo. Desde entonces, además de modelar, Fluvia ha escrito un libro (“Gorda no es mala palabra: cómo ser feliz disfrutando tu cuerpo tal como es”) y acabó convirtiéndose en influencer para sus más de 380 mil seguidores en Instagram. . La mayoría son mujeres que ven las fotos de Fluvia y aplauden su muestra de

La vergüenza es algo que le va muy lejos a Fluvia: “Siempre he vivido en paz con mi cuerpo”, afirma. Y nosotros lo creemos, viendo todas las fotos en las que luce sus curvas sin pudor y seguidas de un mensaje empoderador. Ella tiene toda la razón.

Fluvia aparece en la campaña de la marca de ropa de tallas grandes Predilect Plus y, entre una foto y otra, concedió una entrevista exclusiva a Glamour.

¿Cómo empezaste a trabajar en la moda?

Cuando comencé mi carrera como modelo en 2013.

Su relación con su cuerpo es una inspiración para muchas mujeres. ¿Siempre ha sido así o ha habido un proceso de construcción de autoestima?

Siempre he vivido en paz con mi cuerpo. Nunca pude entender por qué debería vivir en guerra con mi apariencia porque soy una mujer gorda. Siempre he entendido mi cuerpo como un magnífico vehículo que me ha brindado muchas oportunidades para vivir una vida plena y feliz.

Fluvia Lacerda (Foto: Divulgación) — Foto: GlamourFluvia Lacerda (Foto: Divulgación) — Foto: Glamour

Hay una discusión sobre el tema de la “talla grande”, si se debe usar o no. ¿Cuál es tu opinión sobre esto?

Para mí es un término descriptivo, no le veo ningún daño. Entiendo por qué algunas mujeres se sienten ofendidas por esto, generalmente son modelos que no están gordas y entienden el término como ofensivo, ya que no ven embajadas en él. Como la palabra gorda. La fuerza de la connotación negativa sólo existe cuando se da y muchos todavía no se sienten libres de los estigmas que rodean a ciertos términos.

¿Qué parte de trabajar en la moda te hace más feliz?

Poder ver evolucionar el mercado y ver cómo más marcas se dedican a desarrollar una moda democrática para todas las mujeres, independientemente del maniquí que utilice.

En su opinión, ¿qué se necesita para que la moda en Brasil sea más inclusiva?

Menos prejuicios y más visión empresarial.