Cuando estaba embarazada de su segundo hijo, Pedro, hoy de 3 años, Fluvia Lacerda perdió al gran amor de su vida, el abogado Walace de Araújo. La maternidad misma, sin embargo, la ayudó a superar la etapa difícil. ‘Es esa extinción de supervivencia que tienes que tener para que los tuyos también puedan sobrevivir. Ni siquiera sabemos cuál es la raíz de esta fuerza’, le dice a Purepeople

Fluvia Lacerda aponta o nascimento do segundo filho, Pedro, como a fase mais difícil que viveu como mulher

La maternidad, uno de los momentos más especiales en la vida de muchas mujeres , también fue una etapa muy difícil para Fluvia Lacerda , al menos en su segundo embarazo. Madre de Lua, actualmente de 17 años, la modelo plus size de éxito internacional perdió a su marido, el abogado Walace de Araújo, cuando aún estaba embarazada de su hijo menor, Pedro, que ahora tiene 3 años. “Su padre murió antes de que él naciera y dar a luz a un niño sola, en ese contexto, es muy punk. Fue la etapa más difícil de mi vida. Sin duda, el momento más difícil de mi vida”, refuerza en una entrevista con Gente pura .

‘La maternidad tiene sus milagros’, dice Fluvia Lacerda

Símbolo del empoderamiento femenino, Fluvia Lacerda encontró en la maternidad la fuerza para seguir adelante. “La maternidad tiene sus milagros, siempre se los atribuyo a la maternidad. Es esa extinción de la supervivencia que hay que tener para que la tuya también pueda sobrevivir. Ni siquiera sabemos cuál es la raíz de esta fuerza. Yo creo que esto ya es Lo nuestro, realmente de mujer, es la genética espiritual de una mujer de sobrevivir por sí misma (risas)”, afirma.

Top explica la autoestima: ‘Mi naturaleza y la forma en que fui creado’

Protagonista de varias sesiones fotográficas de lencería , Fluvia Lacerda nunca vio nada malo en su apariencia . Ella atribuye parte de su autoestima a la educación que recibió. “Creo que ayudó. Fui criada sólo por mi madre y ella es una mujer muy aventurera, le encanta viajar, leer. Mi madre era profesora, era bailarina clásica, profesora de portugués. En mi casa siempre hubo eso obligación de hacer deporte, leer libros, viajar para conocer, comprender, observar. No tengo ningún recuerdo de mi madre mirándose al espejo y diciendo ‘ay, arrugas, canas’, ¿sabes? , quien reflexiona: “Creo que es una combinación de mi naturaleza y la forma en que me criaron”.