Natanael Cano: De Hermosillo al éxito, los inicios del corrido tumbado

Natanael Cano, un nombre que ha resonado en la música regional mexicana en los últimos años, es el pionero de un género que ha capturado la atención de jóvenes y adultos por igual: el corrido tumbado. Pero antes de alcanzar la fama y el reconocimiento, Cano tuvo que recorrer un largo camino que comenzó en las calles de Hermosillo, Sonora. Esta es su historia, una historia de perseverancia, talento y un poco de rebeldía.

Los humildes inicios en Hermosillo


Natanael comenzó tocando la guitarra en fiestas familiares y reuniones.

Natanael Cano nació en Hermosillo, Sonora, una ciudad que, aunque lejana de los grandes centros musicales de México, fue el lugar donde su talento comenzó a florecer. Desde joven, Natanael mostró un interés particular por la música, influenciado por los sonidos que lo rodeaban, desde los clásicos corridos hasta el hip-hop que se colaba en las radios locales.

Su familia, aunque modesta, siempre lo apoyó en sus sueños. Natanael comenzó tocando la guitarra en fiestas familiares y reuniones con amigos, donde poco a poco fue puliendo su estilo único. La música era su escape, su forma de expresarse y de contar historias, muchas veces inspiradas en la vida que veía a su alrededor.

El descubrimiento de su pasión por la música


Natanael empezó a escribir y componer sus propias canciones.

A medida que crecía, Natanael comenzó a experimentar con diferentes géneros y estilos. Su pasión por la música lo llevó a fusionar los corridos tradicionales con influencias de géneros urbanos como el trap y el rap. Esta mezcla de estilos no solo era novedosa, sino que resonaba con una generación joven que buscaba algo fresco y auténtico.

Con una guitarra en mano y su inconfundible voz, Natanael empezó a escribir y componer sus propias canciones. A través de las redes sociales, especialmente YouTube e Instagram, comenzó a compartir su música, lo que le permitió conectar con una audiencia que rápidamente creció. Sin darse cuenta, estaba sembrando las semillas de lo que más tarde se conocería como el corrido tumbado.

El nacimiento del corrido tumbado


El nacimiento del corrido tumbado.

El corrido tumbado nació de la necesidad de Natanael Cano de romper con las normas establecidas y crear algo que representara su realidad y la de muchos jóvenes como él. Este nuevo subgénero tomó los elementos narrativos de los corridos tradicionales, pero les añadió una dosis de irreverencia y modernidad que los hizo únicos.

Natanael se convirtió en la voz de una nueva generación, una que encontraba en sus letras y ritmos un reflejo de sus propias vidas. Las historias de lucha, éxito, amor y desamor, contadas a través del prisma del corrido tumbado, comenzaron a ganar popularidad no solo en México, sino también en Estados Unidos y otros países de habla hispana.

El ascenso al éxito y reconocimiento internacional


Natanael Cano ha dejado una huella imborrable en la música regional mexicana.

Con la popularidad en aumento, Natanael Cano firmó con una disquera, lo que le permitió llevar su música a un público aún más amplio. Canciones como “Soy el Diablo” y “Arriba de la Birria” se convirtieron en éxitos instantáneos, consolidando su lugar en la escena musical.

El éxito de Natanael no solo se mide en números de reproducciones, sino en la influencia que ha tenido en la música regional mexicana. Ha colaborado con grandes nombres del género y su música ha cruzado fronteras, llevándolo a escenarios internacionales donde sigue cosechando éxitos.

La influencia de Natanael Cano en la música regional

Natanael Cano ha dejado una huella imborrable en la música regional mexicana. Su capacidad para innovar y romper barreras ha inspirado a una nueva generación de artistas que siguen su ejemplo. El corrido tumbado, que alguna vez fue solo una idea, ahora es un movimiento que sigue creciendo y evolucionando.

Desde Hermosillo al mundo, Natanael Cano ha demostrado que con talento, pasión y un poco de rebeldía, es posible transformar la música y dejar un legado que resonará por generaciones.