“Denle un cheque en blanco” es una petición que hacen con frecuencia los fanáticos de los deportes cuando se refieren a un agente libre estrella con la esperanza de que su equipo lo contrate. Sin embargo, las oficinas centrales no siguen este consejo al pie de la letra, ya que históricamente han establecido un límite a la compensación máxima que están dispuestos a pagar independientemente del jugador. Este enfoque se puso a prueba con la inminente agencia libre de Shohei Ohtani, cuyo éxito incomparable como bateador y lanzador resultó en que firmara un contrato récord antes de la temporada 2024. Por primera vez, la frase “denle un cheque en blanco” no era una hipérbole cuando se trataba de describir el contrato del jugador más talentoso del juego.

Cuando se supo en el verano de 2023 que Ohtani tenía un desgarro del ligamento colateral cubital del codo, las altas expectativas para el nuevo contrato de Ohtani estaban en peligro. Como resultado de la lesión, Ohtani solo podría batear durante la temporada 2024, y su futuro como lanzador quedó en duda. La discusión en la temporada baja se centró en cómo la lesión de Ohtani afectaría su nuevo contrato. ¿Se le pagaría solo como bateador? ¿O los equipos pasarían por alto su lesión, así como las preocupaciones sobre su viabilidad futura como lanzador? Estas preguntas fueron respondidas el invierno pasado cuando Ohtani anunció en Instagram que firmaría con Los Angeles Dodgers por $700 millones durante diez años.

Con un valor anual promedio (aav) de $70 millones, el acuerdo de Ohtani superó significativamente el aav más alto anterior del contrato de Max Scherzer, que era de $43.33 millones. Sin embargo, poco después de que se anunciara la firma, se dieron a conocer los términos de su acuerdo: una parte significativa del salario de Ohtani se diferiría hasta después de que expirara el plazo de diez años del contrato. De hecho, $680 millones de la compensación de Ohtani se diferirían y eventualmente se pagarían desde 2034 hasta 2043, con un aav de $68 millones al año durante ese período. Como resultado, el mejor jugador del juego ganaría apenas 2 millones de dólares por año durante su mandato real con los Dodgers.

Muchos expertos en béisbol cuestionaron la capacidad de los Dodgers, en virtud del acuerdo de negociación colectiva (CBA) de la liga, para diferir una cantidad tan grande del salario de Ohtani. Sin embargo, un examen minucioso del CBA revela que establece que “no habrá limitaciones ni en el monto de la compensación diferida ni en el porcentaje de la compensación total atribuible a la compensación diferida que pueda prever un Contrato Uniformado de Jugador” (Feinsand, 2023). Además, otros equipos habían diferido anteriormente partes de los salarios de sus jugadores, como el ahora famoso contrato de Bobby Bonilla, en virtud del cual los Mets de Nueva York acordaron pagarle a Bonilla 1,19 millones de dólares al año durante los próximos 25 años en lugar de los 5,9 millones de dólares que se le debían a Bonilla para la próxima temporada (Cleary, 2018). Aunque el acto de diferir el salario de un jugador no es único, la cantidad de dinero diferida en el caso de Ohtani no tiene precedentes.

Si aplicamos el concepto financiero del valor temporal del dinero, resulta evidente que el contrato de Ohtani no es tan valioso como parece en un principio. Este principio establece que una cantidad de dinero hoy vale más que la misma cantidad de dinero en el futuro. En primer lugar, el dinero de hoy se puede invertir para obtener un rendimiento durante el período de inversión, lo que permite que el dinero crezca con el tiempo. Al diferir el salario, Ohtani ha pospuesto su capacidad de invertir ese dinero y, por lo tanto, ha sacrificado el rendimiento del mismo. Además, la inflación reduce el valor del dinero a lo largo del tiempo, ya que su poder adquisitivo disminuye a medida que aumentan los precios (Fernando, 2023). Como resultado, un dólar pagado a Ohtani en 2034 tiene menos poder adquisitivo que el mismo dólar que recibe en 2024. Al tener en cuenta el valor temporal del dinero y la cantidad en dólares diferida por Ohtani, el valor actual de su contrato es de aproximadamente 460 millones de dólares (o un valor promedio anual de 46 millones de dólares) (Feinsand, 2023), que es significativamente menor que el valor nominal de 700 millones de dólares que sugiere su contrato de diez años.

Al evaluar el contrato de Ohtani, es útil comprender las razones por las que su compensación se estructuró de esta manera. Desde la perspectiva de los Dodgers, el aplazamiento de casi la totalidad del salario de Ohtani reduce significativamente la nómina del equipo durante el período en el que Ohtani juega para ellos. Aunque el cargo a la nómina de los Dodgers no es tan bajo como los $2 millones que Ohtani recibirá por los próximos diez años, es notablemente más bajo que los $70 millones aav que se creían inicialmente de su contrato: el cargo contra la nómina de los Dodgers es en realidad el valor actual de $700 millones durante diez años, lo que equivale aproximadamente a $46 millones al año. Si bien las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) no tienen un “tope estricto” en el salario agregado de un equipo, lo que significa que no hay un límite real en la cantidad de dinero que puede gastar en una temporada, existen importantes sanciones financieras, conocidas como el impuesto a la negociación colectiva, para los equipos que exceden un cierto umbral de nómina. Para la temporada 2024, ese umbral es de $237 millones (Feinsand, 2023). El primer año que un equipo supera el límite de nómina, el cargo a la nómina de los Dodgers es de $237 millones (Feinsand, 2023).