La hija de Niurka Marcos, de igual manera, se mostró satisfecha con su corta, pero destacada participación en el “reality show”

Romina, la hija de Niurka Marcos, no esperaba ser una de las primeras eliminadas de la segunda temporada de “Los 50″ de Telemundo. “Al principio no, pero conforme fueron avanzando los días y las horas –porque ahí hasta una hora importa–, me di cuenta de que yo ya estaba lista para salir”, confesó en entrevista con la revista People en Español.

“La energía ya era muy fuerte en contra mía, entonces estaba muy tranquila también, tenía como mucha confianza en Dios de que lo que fuera a pasar era lo mejor para mí y por eso me fui tranquila”, agregó la actriz y cantante.

Aunque breve, su paso por el “reality show” fue una “experiencia única”. “Es una cosa increíble, maravillosa; la hacienda, el León a lo lejos, verlo pero no poderlo tocar –no sabes quién es realmente–, los conejitos, los zorritos, los perritos… es un multiverso, es como, no sé, entrar a una película. Los juegos están loquísimos. Esta segunda temporada la verdad es que sí, como le dice el León, es la más cruel. Son juegos que te ponen a retarte al 100% tanto física como mentalmente. Es muy difícil porque son tantas cosas que tienes que aprender a manejar entre los juegos, el acumulado, las estrategias, las personas, los buenos, los malos, los que sí, los que no; pero fue una experiencia maravillosa que, aunque duró poco, me llevo en el corazón”.

La creadora de contenido pensó que los juegos “iban a estar un poco más tranquilos”. “Yo me eché la primera temporada como para prepararme y creo que sí están muchísimo más locos los juegos esta temporada. Yo terminé con las piernas completamente moretoneadas así mal, mal, mal y eso que nada más jugué cuatro juegos”.

Romina, de igual forma, contó cómo no dudó en formar parte del proyecto y lo que aportó en su carrera. “Me motivan mucho los ‘realities’ en general porque generan un aprendizaje personal increíble y muy necesaria”, manifestó. “Y ‘Los 50′, imagínate, cómo no iba a querer ser parte de esta aventura, de conocer al León, de querer derribarlo, de convivir con 50 personas, que es un experimento muy loco, pero a mí me encantan este tipo de experimentos y sobre todo retarme a mí misma y mostrarme que sí puedo”.