Eduarda, ahora como presidenta municipal, utiliza su nuevo poder para amenazar a Amelia. La advierte que le quitará la custodia de Martín, su amado hijo, lo cual sume a Amelia en una profunda angustia y temor ante la posibilidad de perderlo. Eduarda, en su afán de venganza, ve en Martín el arma perfecta para dañar a Amelia, haciendo que esta situación se convierta en una verdadera pesadilla para ella.

En medio de esta tensa situación, Rodrigo decide finalmente confesarle a Amelia toda la verdad sobre los oscuros crímenes en los que su madre, Eduarda, ha estado involucrada. Al no poder seguir encubriendo las acciones de su madre, Rodrigo opta por la honestidad y revela todos los detalles, dejando a Amelia en estado de shock. Esta revelación no solo ayuda a Amelia a comprender mejor el peligro que enfrenta junto a su hijo, sino también el alcance del mal que Eduarda es capaz de hacer.

Al mismo tiempo, Alfonso descubre la verdad sobre la identidad de su padre biológico. Esta revelación cambia por completo su vida y lo impulsa a embarcarse en un viaje personal, donde tendrá que confrontar sus sentimientos y redefinir su identidad en función de este nuevo y desconcertante descubrimiento.