Eduarda, ansiosa por pasar un momento íntimo con Rodrigo, lo lleva a un hotel de lujo con la intención de disfrutar plenamente de su pasión desenfrenada. Sin embargo, Rodrigo, con una mente calculadora, tiene otros planes. Aprovechando la situación, intenta embriagar a Eduarda, esperando que bajo los efectos del alcohol, ella confiese los oscuros crímenes que ha cometido.

Mientras tanto, a pesar de todas las dificultades que se interponen en su camino, Alfonso y Xanat, llenos de amor y determinación, logran llegar al tan esperado altar. El momento de su unión es emocionante, pero no todos lo disfrutan de la misma manera. Amelia, que ha estado observando desde las sombras, es incapaz de ocultar sus celos al ver la cercanía y complicidad entre su madre y Rodrigo. Los sentimientos de envidia y resentimiento comienzan a aflorar en ella, ensombreciendo el momento de felicidad para los demás.