Rodrigo, con esfuerzo y dedicación, logra reunir las pruebas necesarias para demostrar la inocencia de Alfonso ante la corte. Su arduo trabajo, que incluyó entrevistas, revisiones de documentos y el testimonio de testigos clave, culmina en un veredicto que libera a Alfonso de todas las acusaciones. Sin embargo, este triunfo no es suficiente para Eduarda, quien se muestra reacia a aceptar el regreso de la familia Barrientos a ‘La Fortuna’. Su preocupación radica en que la presencia de los Barrientos puede desestabilizar aún más la dinámica familiar y traer consigo viejos rencores.

Arminda, al ver la inquietud de Eduarda, le asegura con firmeza que pronto tendrá que rendir cuentas por los crímenes que ha cometido, dejando entrever que la justicia no se quedará de brazos cruzados. A pesar de la celebración por la libertad de Alfonso, las tensiones entre los personajes no hacen más que aumentar. Mientras tanto, Alfonso, todavía con la mente en la reciente tragedia que rodea la muerte de Ray, comienza a sospechar que Iván podría ser el verdadero culpable. Observando comportamientos extraños y conexiones sospechosas, decide investigar más a fondo, convencido de que su amigo no es tan inocente como aparenta. Así, el clima de desconfianza y suspenso se apodera de ‘La Fortuna’, donde las verdades ocultas y los secretos del pasado están a punto de salir a la luz.