Edgar felicita a Demián por haber logrado casarse con Helena y le expresa que finalmente ha conseguido que ella esté completamente bajo su control, “comiendo de su mano”. Aprovecha la ocasión para recordarle, con cierta soberbia, que sin su ayuda estratégica, Demián no habría logrado este matrimonio y seguramente habría terminado otra vez solo, derrotado por las maquinaciones de Ángel. Edgar subraya su papel crucial en el éxito de Demián, insinuando que, si no fuera por sus intervenciones y su apoyo, Ángel habría triunfado en su intento de separarlos, dejando a Demián frustrado y sin la relación que tanto anhelaba.

El Ángel de Aurora: capítulo completo 72 - Te casaste con Helena por  capricho