Ángel, completamente decidido a recuperar a Helena, la mujer que ama, se ve frente a una situación desesperada al enterarse de que ella está por casarse con Demián. A pesar de los obstáculos que se interponen en su camino, Ángel no está dispuesto a dejarla ir tan fácilmente. Es consciente de que debe actuar rápidamente si quiere evitar que Helena cometa el error de unirse en matrimonio con un hombre que, en su opinión, no la merece.

Con una determinación férrea, Ángel hace un anuncio contundente: planea impedir la boda de Helena y Demián a toda costa. Sabe que no puede hacerlo solo, por lo que busca el apoyo de aquellos que han sido sus aliados en el pasado, personas de confianza que puedan ayudarle a llevar a cabo su plan. En este caso, recurre a Aquiles, Glorio y Luis Alberto, cada uno con sus habilidades y recursos, para que se unan a su causa. Juntos, formarán un equipo capaz de frenar la boda y darle a Ángel la oportunidad de luchar por el amor de su vida, sin importar las consecuencias que puedan surgir.

La decisión de Ángel de recurrir a sus amigos refleja su determinación y la intensidad de sus sentimientos por Helena. Cada uno de ellos, con sus propios intereses y motivaciones, estará dispuesto a colaborar, pero no sin tener que enfrentarse a los desafíos y dilemas que surgen de involucrarse en una situación tan delicada. La tensión crece, ya que todos los involucrados deben decidir hasta qué punto están dispuestos a arriesgarse para conseguir lo que desean.