El protocolo de trabajo de Ducati permite que sus pilotos progresen mucho a lo largo de un gran premio, algo que no se dio en Australia con Pecco Bagnaia debido a una serie de condicionantes, y a la astucia de Jorge Martín, que gana enteros para llevarse su primer título de MotoGP.

Jorge Martín, Pramac Racing

La cara de Pecco Bagnaia en la rueda de prensa posterior a la carrera del domingo en Phillip Island era la mejor proyección imaginable de los diez segundos que le separaron del ganador, Marc Márquez, y Jorge Martín, que cruzó el meta pegado al catalán. El gesto del actual bicampeón era de preocupación, una reacción lógica si tenemos en cuenta que Márquez generó esa diferencia sobre él después de quedarse clavado en el momento de la salida, derrapando, al pisar con la goma trasera de su moto el plástico de la visera que él mismo acababa de tirar al suelo. Ese percance le hizo perder 12 posiciones y le recolocó el 13º, aunque el #93 se las apañó para protagonizar una de las mejores remontadas que se le recuerdan para terminar adjudicándose su tercer triunfo del curso.

Si nos olvidamos del evidente potencial de la Desmosedici, otra de las claves que llevaron al español a renunciar al último año del multimillonario contrato que tenía con Honda, para firmar con una escudería satélite de Ducati con vistas a este 2024, fue la sofisticación de los protocolos que emplea la marca de Borgo Panigale para aumentar el rendimiento general de las ocho motos que tiene actualmente. Los ordenadores que reciben la información que se descarga de las motos cada vez que estas vuelven al taller, mandan esos datos a un servidor, al que tienen acceso los técnicos de cada equipo autorizados para ello. Esta operación no solo se produce prácticamente en tiempo real, sino que, además, se combina con sofisticadas herramientas de análisis, con inteligencia artificial de por medio, con una elevadísima capacidad de interpretación. Con esto en mente, son mucho más fáciles de entender los saltos de calidad que dan según qué pilotos, tanto de viernes a sábado como de sábado a domingo, cuando la carrera al sprint se convierte en el mejor generador de toda esa información.

“Todos sabemos que Pecco, el domingo, estará para ganar. No importa que el viernes parezca que sufre un poco, porque el sábado da un paso y el domingo, otro”, repite cualquier integrante de la parrilla, siempre que se le pregunta. Sin embargo, en el contexto de un duelo cerrado como el actual, hay formas de camuflar información para tratar de complicar un poco esa mejora. El pasado evento en Australia fue un ejemplo de ello.

Esos diez segundos que separaron a Márquez de Bagnaia en la carrera del domingo pueden explicarse a partir de varios acontecimientos que se alinearon y jugaron en contra del buque insignia de Ducati. De entrada, hay que tener en cuenta que el trazado se había reasfaltado y eso puso en cuarentena el archivo de los años precedentes. A ello le añadimos el festival climatológico del fin de semana y obtenemos una carrera con más incógnitas que certezas; un domingo ideal para el genio de Márquez y la explosividad de Martín, y menos propicio para alguien tan cerebral como el #01.

Jorge Martín, Pramac Racing

Jorge Martín, Pramac Racing

Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images

El temporal del viernes por la mañana forzó a la organización a cancelar la primera sesión de ensayos libres, por lo que había menos información que recabar. El ‘segundo’ entrenamiento, ya válido para el corte entre la Q1 y la Q2, fue la primera toma de contacto con el nuevo asfalto, que estaba seco pero frío. La lluvia hizo que la práctica del sábado se disputara con la pista todavía húmeda, y así salió el pelotón a una cronometrada que parecía llevar el nombre de Márquez, probablemente el piloto que mejor y más rápido se adapta a los cambios. Pocos se esperaban que fuera Martín, con una última vuelta estratosférica, quien firmara la pole con casi seis décimas de ventaja sobre el de Cervera (Lleida). Un giro tan rápido como ese ya anticipaba el estado de forma en el que se encontraba el #89, quien, por la tarde, se adjudicó la prueba al sprint y que el domingo peleó con Márquez hasta que llegó a la conclusión de que no valía la pena arriesgarse a irse al suelo.

“Fue un fin de semana increíble. Sumé el máximo de puntos (32) al que podía aspirar aquí. Podía haber peleado por una victoria o también podía haberme ido al suelo. No me centro tanto en los triunfos como en ser competitivo, y creo que hay que seguir en esta línea”, dijo el de Pramac en conversación con Motorsport.com, al poco rato de bajarse del podio. Poco antes de salir a la carrera, una persona de su entorno más próximo reconoció a quien escribe estas líneas que la estrategia con vistas al tramo final del campeonato ha cambiado: “En los circuitos en los que sepamos que Jorge tiene algo de margen, no lo enseñaremos todo desde el primer momento. No vamos a regalar esa información”, certificaba esta voz autorizada.

Martín llegó a Australia diez puntos por delante de Bagnaia en la tabla general y se presentará en Tailandia con el doble de renta (20), cuando solo quedan en disputa 111 puntos. Atendiendo a la repartición que se ha hecho hasta la fecha, uno ve que el madrileño ha construido sus opciones los sábados. De hecho, si nos encontráramos en la era previa a la introducción de las sprint, Bagnaia lideraría la tabla con un colchón de 14 puntos sobre el de Pramac (295 puntos, por 281 de Martín). En el supuesto de que en Buriram, donde el año pasado logró el doblete, vuelva a verse superior a su rival, lo más probable es que Martín intente ocultar de nuevo sus cartas hasta el último momento.

“Existen formas de jugar al despiste para no dar pistas. Por ejemplo, buscar el rendimiento de un sector concreto o trazar una curva en concreto, en una vuelta de las ‘malas’. Siempre intentas mostrar tus armas lo más tarde posible, para evitar que los demás, quienes pueden ver tus datos, se beneficien de ello”, explica a Motorsport.com el ingeniero de pista de uno de los campeones del mundo de la parrilla, que no tiene ninguna duda de que Martín mareó a sus rivales el sábado. Esa sensación también la tuvo el mismo Bagnaia tras la sprint: “Jorge estuvo jugando con nosotros, porque era mucho más rápido”.

Si tenemos en consideración todo lo anterior, Martín aterrizará en Tailandia como favorito para llevarse la corona, que podría resolverse en Malasia, en menos de diez días. Al otro lado de la balanza se encuentra Bagnaia, que no solo es ‘víctima’ de la promesa de Ducati de no intervenir en el duelo, sino que cada vez parece más consciente de la fuerza con la que llegará al box su nuevo compañero de equipo; alguien que perfectamente puede convertirse en juez de este Mundial.

Watch: ‘Por Orejas’, Episodio 114: ¿Martín o Bagnaia? ¡La batalla final por el Mundial de MotoGP 2024!