La conocida artista se ha subido al escenario de Eurojunior 2024 para inaugurar la ceremonia, junto a Zoé Clauzure y Sandra Valero, otras de las ganadoras de anteriores ediciones del festival.
Con pintalabios y toque de rimel o sin él, todas las que hemos crecido con María Isabel enloquecemos cada vez que suenan sus temas en una fiesta, gritando, a todo pulmón y con bailecito flamenco incluido, su icónico “Antes muerta que sencilla”. La reina de los 2000 se subía anoche al escenario para inaugurar la gala Eurojunior 2024, 20 años después de la edición que la coronó como una de las voces más emblemáticas de España.
La Caja Mágica de Madrid fue el escenario elegido para celebrar un festival, que la artista inauguró con el tema “Let’s Bloom”, compuesto por Federico Jusid, y acompañada de otras dos ganadoras del formato infantil, Sandra Valero y Zoé Clauzure. María Isabel brilló con un vestido de princesa, como recién sacada del Lago de los cisnes y con una imagen sofisticada y madura, que muy poco tiene que ver con esa niña de los inicios.
El look de María Isabel en Eurojunior 20 años después de su victoria
Atrás quedaron las dos coletas y el vestido rojo de volantes con el que todas recordábamos a María Isabel cantando los temas que, si recordamos, es posible que no salgan de nuestra cabeza en lo que queda de día. Anoche, la artista se volvía a subir al escenario de EuroJunior para dar el pistoletazo de salida a la gala de 2024 y lo hacía junto a otras dos de las ganadoras de ediciones anteriores.
Tiñendo de dulzura y romanticismo la Caja Mágica de Madrid para su actuación, María Isabel se enfundaba en un total look rosa palo y se convertía en una especie de bailarina de ballet, que podría haber salido del Lago de los cisnes o de cualquier película de Navidad. La artista se optaba por un vestido de color rosa empolvado, uno de los tonos estrella de la temporada que hemos visto en las últimas pasarelas de firmas como Jil Sander o JW Anderson, que nos dejó a todas boquiabiertas.
Un modelo ideal diseñado con cuerpo ceñido y escote asimétrico, con una manga larga y un hombro al descubierto, creando un efecto de esbeltez único que se potenciaba con el corte, también asimétrico, de su falda de plumas, que daba un toque mágico al look. Lo combinó con unas sandalias de tacón doradas, que se ataban por el tobillo, alargando la pierna.
Maria Isabel completó su look con maxi brazaletes dorados y con un moño alto pulido, el preferido de las bailarinas y el peinado que, estamos seguras, se convertirá en uno de los favoritos de las clean girls en los eventos de Navidad. En definitiva, un estilismo a la altura de su regresos dos décadas después.
