Un día después del draft 2023 de la NBA, Jaime Jáquez Jr. tomó un avión a Miami. Al llegar al Kaseya Center para presentarse con el Heat, el equipo que lo seleccionó para ser jugador profesional, quedó en shock. “Vi mi cara [en el estadio] y sólo pensé: ‘Carajo, lo logré, estoy aquí. ¡Miami, estoy en casa!’”, cuenta desde su departamento en el downtown de esa ciudad de Florida.
En realidad, su casa es la propia NBA. Por su manera de hablar en la entrevista con GQ México y Latinoamérica y de comportarse en la cancha, se diría que Jaime siempre supo que la liga de basquetbol más importante del mundo era su destino.
No obstante, el guion que la NBA tenía escrito para sus novatos en esta temporada estaba protagonizado solamente por dos prodigios de la naturaleza: Victor Wembanyama, un francés de 2.24 metros de estatura que es la nueva estrella de los Spurs de San Antonio, y Chet Holmgren, un estadounidense de 2.16 metros que juega en el Oklahoma City Thunder. Todos los reflectores apuntaban hacia las alturas, donde estos gigantes lucharían por ganar los más altos honores destinados a los recién llegados. Lo que casi nadie se atrevió a imaginar, más allá de su familia y quienes lo conocen desde antes, es que el novato Jaime Jáquez Jr. se convertiría en el tercer héroe de este emocionante thriller.
“Sólo estoy tratando de apoyar a la comunidad lo mejor que puedo […] Me hace ilusión volver y animar todo lo que pueda a la próxima generación”.Diego Bigolín
El alero mexicoamericano, de 23 años y 1.98 metros, se ha abierto paso en la conversación sobre quién es el mejor novato de la temporada con base en el talento, la garra y la insólita madurez que ha mostrado en el Miami Heat. De paso, ha despertado un furor entre los fans hispanos y mexicanos en Estados Unidos y en México, tanto que su padre lo compara con la “Fernandomanía”, la fiebre por el beisbol que se desató con el pitcher Fernando Valenzuela y los Dodgers de Los Ángeles en los ochenta.
“Es genial estar en la conversación [del mejor novato del año], aunque no es mi mayor objetivo”, dice Jáquez Jr. “Yo vine aquí para ayudar al Heat a regresar a las finales y ganar el campeonato. Siempre he enfocado así mis metas. Primero está el título y todo lo demás vendrá con él. Estuvieron muy cerca de lograrlo el año pasado; la meta es volver a la final y mi trabajo es ayudar a que se haga realidad”.
Hasta enero de 2024, antes de sufrir una lesión que lo dejó fuera seis juegos, “Triple J” —como le apodan por obvias razones— había hecho su parte y mucho más con Miami. Promediaba 13.5 puntos, 3.8 rebotes y 2.7 asistencias por partido, con un sólido 57% de tiros de campo y 34% de triples. Los únicos otros dos novatos que desde 1967 han logrado números similares son Jalen Williams (2022-23) y Chet Holmgren (2023-24). Jaime también se ha convertido en pieza clave en los últimos cuartos, el momento con más presión en los partidos, al ser el decimoprimero jugador de la liga con más minutos en ese periodo, con 371 en total.
“Como alguien me dijo: ‘el objetivo es ser siempre tan bueno que el entrenador no pueda sacarte’”, afirma. “Eso es lo que he hecho en cada nivel, desde mi primer año en la preparatoria y en la universidad hasta mi temporada de novato en la NBA. Tengo que hacer todo tan bien para que, cuando el coach me saque, piense que debo regresar porque las cosas no funcionan sin mí. Una de las cosas que más me importan es ser capaz de tener tal impacto en el juego que el entrenador sepa que no tiene otra opción más que incluirme”.
A mitad de temporada, JJJ aparecía en la cuarta posición de la Rookie Ladder de la NBA, un ranking de los novatos, sólo por detrás de Wemby, Chet y Brandon Miller, de los Hornets de Charlotte. Sin embargo, había estado en el tercer puesto las cinco semanas previas a lastimarse. Además, ganó el premio al novato del mes de la Conferencia Este en noviembre y diciembre. No hay que olvidar que Victor Wembanyama fue el primer pick del draft de 2023, Chet fue el segundo pick de 2022 —se perdió su primera temporada por una lesión— y Miller fue el segundo pick de 2023. Jaime, por su parte, fue el pick 18 de 2023. Los cuatro fueron elegidos para jugar en el Rising Stars Challenge del All-Star Weekend de la NBA que se celebró este año en Indianápolis, pero sólo el jugador del Heat fue anunciado como participante del célebre concurso de clavadas.
Pese a no haber alcanzado la fase final del evento, Jáquez Jr. dejó grandes impresiones en el certamen gracias a una demostración de sus habilidades atléticas. En la primera ronda, pasó por encima de Shaquille O’Neal para realizar una poderosa clavada con una mano, mientras que en su segundo turno remató el balón tras un vistoso movimiento de 360 grados en el que, por cierto, rindió tributo a los jugadores mexicanos que han pisado la NBA, desde Horacio Llamas y Eduardo Nájera hasta Juan Toscano.
“Creo que ambas cosas, ser un base pequeño y aprender el juego como un big man, definieron la forma en que veo el juego ahora”.Diego Bigolín
“Ahora voy a diferentes lugares del mundo y saben quién soy”.Diego Bigolín
“Para mí, además de Chet Holmgren y Wembanyama, Jaime Jáquez Jr., ha sido el mejor novato este año”, dijo el exjugador JJ Redick en su popular podcast The Old Man and the Three. “Miami Heat encontró el complemento perfecto en él. Está listo para jugar, es muy inteligente y maduro. Es un atleta fantástico. Puede pasar, moverse, driblar, servir de poste. Su juego tiene tantas facetas que me sorprende que haya sido elegido hasta esa posición del draft. Su presencia ha cambiado mi percepción sobre el Miami Heat y sus posibilidades de ganar este año el campeonato”.
Jáquez Jr. también ha contribuido con su cuota de highlights para los noticieros deportivos. Hasta ahora, el más memorable ha sido el alley-oop que hizo contra LeBron James en el Heat vs. Lakers del 3 de enero. Esa jugada retrata la dureza física y mental que son el sello de Triple J, al grado de que Mick Cronin, su entrenador en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), lo comparó con un boxeador mexicano. “Los boxeadores mexicanos son excelentes y duros, pueden recibir golpes y seguir adelante”, dice Jaime. “Me parece que ese es el verdadero sello de un hombre: levantarte sin importar qué tan fuerte te golpearon. Creo que es una gran analogía sobre mí”.
Amor y deporte
Jaime, quien jugó con la selección mexicana de basquetbol en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, se siente muy cercano a México. Y con justa razón. Lucía y Ezequiel, sus bisabuelos paternos, migraron de Sinaloa y Durango a Arizona, luego a Texas y finalmente se establecieron en Oxnard, California, donde él fue jornalero agrícola. Tuvieron tres hijos, uno de ellos llamado Ezequiel, que es el abuelo de JJJ. Su abuela, Gloria, nació en Zapotlanejo, Jalisco, y conoció a Ezequiel en un viaje a Oxnard. “Mi mamá y mi papá se enamoraron, se casaron en Zapotlanejo y después mi mamá vino a Estados Unidos, pero la mayor parte de su familia aún vive en México”, cuenta Jáquez padre.
“Crecí rodeado de mexicanos, todos mis amigos eran mexicanos, jugábamos beisbol juntos. Por la forma en que me criaron, me siento muy cerca de la comunidad y la cultura mexicana, nuestros valores son muy similares”, asegura Jaime Jáquez Jr.
Los deportes están incrustados en el ADN de los Jáquez tanto como su mexicanidad. El abuelo Ezequiel jugaba basquetbol en Santa Clara High School, en Oxnard, y después lo hizo en Ventura College y en la Universidad del Norte de Arizona. “Creo que fue el primer mexicano en el condado de Ventura que obtuvo una beca universitaria para jugar baloncesto”, dice Jaime papá. Tuvo una gran influencia en sus hijos y nietos, que desde niños practicaron ese deporte, futbol, beisbol y natación.
“Yo quiero ser grandioso en mi carrera, y la manera de perseguir la grandeza es estar cerca de ella”.Diego Bigolín
De hecho, el papá de Jaime y su mamá, Angela, se conocieron gracias a que ambos jugaban basquetbol en la Universidad Concordia, en Irvine, California. En la actualidad, Angela se dedica al sector inmobiliario y Jaime padre tiene una empresa de suministros médicos, además de que gestiona la carrera de su hijo.
Triple J nació en Irvine y se crió en Camarillo, una ciudad de 70,000 habitantes a una hora en auto de Los Ángeles. “Crecí con muchos de los mismos amigos. Todos fuimos juntos a la prepa y nos hicimos muy aficionados a los deportes escolares. Lo más importante de los viernes por la noche era asistir a los partidos de futbol americano, que es lo que se hace en esa ciudad. Es una comunidad muy unida, todos conocen a todos. No hay mucho qué hacer, entonces jugábamos afuera. Es un buen crisol de diferentes culturas, había gente de distintas profesiones y condiciones sociales. Fue genial vivir ahí”, recuerda Jaime.
El número 11 del Miami Heat tiene dos hermanos: Gabriela, una destacada basquetbolista de los Bruins de UCLA, y Marcos, promesa del futbol americano. El éxito de los tres tiene mucho que ver con el vínculo familiar con los deportes y, en especial, con su padre. “Entrenaba con él todo el tiempo en el parque y hacíamos ejercicio. Mi papá fue muy estricto conmigo de niño, pero funcionó, así que se lo agradezco. Recuerdo que, incluso en la prepa, nos despertábamos a las seis de la mañana antes de ir a la escuela, hacíamos pesas en un gimnasio y luego practicábamos tiros a la canasta antes de clases. La idea era tratar de trabajar más que todos, eso era lo nuestro”, comenta JJJ.
Esos entrenamientos ayudaron a moldear sus habilidades: “Mi padre creía que si me ponía en manos de otros entrenadores, simplemente me colocarían en el poste y sería un centro o un big man. Pero él no tenía esa filosofía. Así que fue mi entrenador y me enseñó cómo driblar y tener habilidades de guardia —a pesar de que yo era mucho más alto que el resto de los niños—, además de tener el juego de pies y la habilidad de un tipo alto para llegar al poste y ser eficaz. Creo que ambas cosas, ser un base pequeño y aprender el juego como un big man, definieron la forma en que veo el juego ahora. Mi papá siempre me hacía agarrar la pelota. Quería que tuviera esas habilidades de un guardia porque sabía que en el futuro las iba a necesitar”, añade.
Los esfuerzos de padre e hijo hicieron que se notara la diferencia cuando Jaime empezó a jugar con los Scorpions de Camarillo High School. “Cuando entró al equipo, llegó con un conjunto de aptitudes que muchos chicos no tenían, como la capacidad de utilizar ambas manos”, cuenta Michaeltore Smith, quien fue su entrenador los cuatro años de la preparatoria. “Una de las grandes cosas que lo separan de otros es su competitividad, incluso cuando era un estudiante de primer año. En ese momento no era el jugador principal, pero aprendió a adaptarse rápidamente para ocupar ese lugar. Y, en cierto modo, lo ha hecho en cada fase de su carrera”.
“Por la forma en que me criaron, me siento muy cerca de la comunidad y la cultura mexicana, nuestros valores son muy similares”.Diego Bigolín
El periódico Camarillo Acorn considera a JJJ el mejor jugador de basquetbol de la historia de la ciudad y, quizás, de la zona. Anotó 2,653 puntos con los Scorps y en su último año promedió 31.7 puntos, 12.7 rebotes, 3.7 asistencias y 2.1 robos por partido. Smith asegura que, en el equipo masculino, fue el jugador más especial que ha entrenado. Jaime rompió el récord de puntos de la escuela en un solo juego con 54 en contra de Royal High School. “Pude haber anotado 70 puntos, pero el entrenador me sacó”, recuerda Triple J riendo. “Sentí que el otro equipo me faltó al respeto al no ponerme doble marca para detenerme. Empecé a volverme loco. Les decía a mis compañeros que me pasaran el balón porque tenía la mano caliente. Fue muy divertido”.
Legado en UCLA
Jáquez Jr. eligió cursar la universidad en UCLA, donde se convirtió en la estrella de los Bruins. Asimismo, fue el primer jugador hispano de basquetbol de la universidad desde el mexicoamericano Lorenzo Mata en 2004-2008. “Debes entender que los niños latinos no juegan baloncesto en la misma proporción que los niños de otros grupos étnicos”, dice Jaime. “Soy un gran defensor de diversificar la NBA y los deportes, y creo que todo tiene que ver con el acceso. Si la gente tiene acceso a canchas de basquetbol siempre, lo más probable es que intente jugarlo. Una vez que el juego siga creciendo y atraiga más miradas, se le dará oportunidad a más personas. Hay gente de todo el mundo jugando en la NBA. Y creo que cuanto más accesible sea el basquetbol, más niños latinos y mexicanos podrán tener la oportunidad de intentarlo”.
Además de sus logros individuales, Jaime fue fundamental para que UCLA alcanzara las semifinales del famoso torneo universitario Final Four de la National Collegiate Athletic Association (NCAA), en 2021. No obstante, en ese partido contra la Universidad de Gonzaga perdieron de la manera más dramática posible: con un triple cuando quedaba menos de un segundo en el tiempo extra.
“Es una locura cómo ese partido se queda contigo para siempre”, afirma JJJ. “Ha pasado tanto tiempo y todavía hay muchas preguntas al respecto, por lo intenso y sorprendente que fue, y por el final. A veces la pelota no rebota a tu favor, ¿verdad? Puedes hacer las cosas bien y, a veces, así es como termina. No sé qué dolería más, perder por una canasta anotada desde media cancha cuando está sonando el final o perder por 20 puntos. Eso pone las cosas en perspectiva”.
“Los boxeadores mexicanos son excelentes y duros, pueden recibir golpes y seguir adelante. Me parece que ese es el verdadero sello de un hombre: levantarte sin importar qué tan fuerte te golpearon”.Diego Bigolín
La influencia de Jaime y su familia en la universidad ha sido tal que la UCLA Latino Alumni Association y la UCLA Alumni Association crearon el Jaquez Family Scholarship Fund. Este fondo de becas honra a JJJ y Gabriela como atletas Bruins, pero también a sus padres y abuelos, por su defensa de la educación pública, los logros académicos y la excelencia personal. Ya han recaudado varios miles de dólares. “Creemos que no debe haber niños que pierdan la oportunidad de ir a una universidad prestigiosa por falta de fondos, aun cuando hayan demostrado tener la capacidad de estudiar”, dice Triple J.
Su hermana Gabriela es testigo del legado que Jaime dejó en UCLA “no sólo como jugador, sino como persona. De verdad tuvo un impacto positivo tanto en la escuela como en el basquetbol de UCLA. Es asombroso ver que hombres y mujeres siguen asistiendo a los partidos con la camiseta de mi hermano”, dice.
Ese viaje para unirse al actual equipo subcampeón de la NBA comenzó el 22 junio de 2023, cuando Jáquez Jr. se convirtió en el primer mexicano seleccionado en la primera ronda del draft. El comienzo, dice, fue surrealista, con una llamada de Pat Riley, presidente del Miami Heat y legendaria figura de la liga, como entrenador y directivo (cuatro veces campeón de la NBA con los Lakers de Los Ángeles y una más con el propio Heat). Jaime le agradeció por arriesgarse con él y le dijo que no iba a decepcionarlo. Riley le respondió: “Sé que no lo harás. No vas a decepcionarte”.
“Que él dijera esas palabras me dio mucha confianza de que estoy en el lugar correcto”, asegura Jaime. “Aquí es donde necesitaba estar y donde quise estar todo el tiempo. No creo que sea un secreto que quería ir a Miami más que a cualquier otro lugar. Y estar cerca de alguien como Pat Riley, que se toma su trabajo muy en serio, o como el entrenador (Erik) Spoelstra. Estar cerca de tanta grandeza. Yo quiero ser grandioso en mi carrera, y la manera de perseguir la grandeza es estar cerca de ella. Así que esto es especial”.
Triple J sabe que llegó a un lugar con prestigio y con una filosofía de trabajo duro que le queda como anillo al dedo. Desde su creación en 1988, el Miami Heat ha ganado tres títulos de la NBA, siete títulos de conferencia y 16 títulos divisionales. Algunos de los jugadores más importantes de su historia son Shaquille O’Neal, Udonis Haslem, Glen Rice y Alonzo Mourning, y, por supuesto, el trío de Chris Bosh, LeBron James y Dwyane Wade. Su plantilla actual incluye a figuras como Bam Adebayo, Tyler Herro, Terry Rozier y Kevin Love, otro exUCLA. Y el líder indiscutible es Jimmy Butler, uno de los mejores de la liga, quien ha recibido muy bien a JJJ.
“Jaime siempre está trabajando en su juego y quiere hacer la jugada correcta en todo momento”, declaró Butler. “No parece un novato. Estoy muy feliz por él, por su éxito. Quiero ayudarlo a crecer y que nos siga ayudando a ganar”.
“Una de las cosas que más me importan es ser capaz de tener tal impacto en el juego que el entrenador sepa que no tiene otra opción más que incluirme”.Diego Bigolín
“Honestamente, creo que es la mayor ventaja que tengo de estar donde estoy: tener un tipo como él en quien puedo apoyarme, hacerle preguntas y aprender. A Jimmy no le importa nada más que ganar. No le importa cuántos puntos anota, cuántas asistencias o rebotes tiene. Mientras ganemos, estará feliz”, dice Jaime.
Triple J explica que la razón de la sabiduría y la madurez que ha demostrado en la NBA se relaciona con los cuatro años en UCLA. Ahí jugó muchos partidos que terminaron con diferencia de tres puntos. Aprendió mucho sobre baloncesto y cómo ganar juegos así, lo que le dio la confianza para la NBA.
“Sí, tiene mucha confianza, pero esa confianza viene del trabajo arduo y la práctica”, dice Jaime Jáquez padre. “Solíamos practicar mucho, quería asegurarme de que estuviera preparado físicamente y, más importante, mentalmente para los niveles que sabía que iba a alcanzar. La verdad, yo sólo he visto a mi hijo jugar bien basquetbol, muy rara vez no lo hace bien. Entonces, cuando me preguntan si esperaba que jugara bien en la NBA, les digo que sí, porque nunca lo he visto jugar mal”.
Pasarela NBA
El estilo de Miami, con su fabulosa escena de deportes —los Dolphins y Leo Messi—, nightlife, arte —Art Basel Miami y Wynwood Arts District—, moda, diseño y lujo —Miami Design District y Bal Harbour Shops—, le ha sentado perfectamente a Jaime. Se le nota en su actitud relajada durante la sesión de fotos en el JW Marriott Marquis Miami, donde se materializa el lifestyle de una de las ciudades más hot del mundo (el hotel, incluso, tiene una espectacular cancha de basquetbol cubierta). “No es difícil adaptarse a este clima y a estas vistas, es una ciudad muy cool que me ha tratado muy bien”, dice JJJ. “Recibo mucho amor en todos los lugares a los que voy. Me gustan restaurantes como Casa Tua y La Sandwicherie, y me encanta la playa, es preciosa. He contribuido a que la economía de la ciudad crezca con mi shopping [risas]”.
De hecho, también sorprende lo rápido que JJJ se ha adaptado a la pasarela en que se ha convertido la NBA, sobre todo, en la llegada de los jugadores a los partidos. “Siempre me ha gustado la moda. Desde niño, siempre quise verme cool, tener swag y expresarme a través de mi ropa. La moda, la música, el básquet, todo es parte de la cultura. Van de la mano. Deion Sanders lo dijo mejor: ‘Te ves bien, te sientes bien, juegas bien’. Esto es muy cierto. Puedes saber mucho sobre alguien por lo que usa. La ropa es una forma de expresar quién eres. Y me encanta que la NBA y la moda estén a la vanguardia en los medios y la cultura actuales”.
“Yo vine aquí para ayudar al Heat a regresar a las finales y ganar el campeonato. Siempre he enfocado así mis metas. Primero está el título y todo lo demás vendrá con él”.Diego Bigolín
Es fan de las gorras de Pirate y la joyería, y se acaba de comprar su primer Rolex, un Yacht-Master en oro blanco. “Como soy alto, siempre usaba Vans y Converse en California. Es muy californiano usar Vans. También me gusta la alta costura, desde Louis Vuitton hasta Givenchy. Y las marcas de streetwear. Soy muy polifacético. Me inspira mucho la cultura del skate, porque de adolescente fui un gran skater”.
Por supuesto, le enorgullece ser uno de los cuatro novatos de la NBA de esta temporada seleccionados por la marca Jordan. “Siempre he usado Jordans, así que no fue difícil para mí decir que sí. Ser parte de esto es increíble. Aún no puedo creer cuando llegan los zapatos a mi casa. Tengo que conseguir otra habitación para todos los modelos que recibo”, bromea.
Jaime está consciente del impacto que tiene su éxito en la NBA más allá de las canchas. “Cuando regreso a Camarillo y voy al parque en el que crecí jugando, los niños se me acercan y me hacen preguntas. Es genial ver que el círculo se cierra”, dice en un momento de la entrevista. En otro, recuerda un viaje a Zapotlanejo. “La gente se me acercaba y a mí me impresionaba que me conocieran. Es sorprendente ver el impacto de las redes sociales y los medios de comunicación. Ahora voy a diferentes lugares del mundo y saben quién soy”.
Su padre insiste en el efecto enorme que tendrá Triple J, al nivel de la “Fernandomanía”. “Recuerdo estar en Los Ángeles cuando Fernando Valenzuela llegó a los Dodgers. Me sentía muy orgulloso de ser mexicano. La persona que estaba teniendo éxito tenía un nombre como el mío. Y eso me emocionó mucho. Amo a Los Angeles Lakers, pero de niño, no hubo un Fernando Valenzuela en los Lakers. Así que Jaime va a tener una enorme influencia en los niños que pueden ver un nombre y una herencia como la suya. Podrán admirarlo como yo admiraba a Valenzuela”.
“Estar en la misma conversación que una persona así [Valenzuela] es muy especial”, dice JJJ. “Sólo estoy tratando de apoyar a la comunidad lo mejor que puedo. Porque recuerdo que ningún jugador de la NBA iba a mi prepa cuando yo estudiaba. Entonces, que puedan verme cuando regrese creo que será inspirador. Me hace ilusión volver y animar todo lo que pueda a la próxima generación”.